Por Víctor Barrera
México mantiene los mismos problemas que cuando empezó este sexenio, la diferencias es que estos se han acentuados y será necesario que se cambie de rumbo si queremos en verdad regresar a la paz social.
La inseguridad que se vive en varias partes del país, son el ejemplo claro de la incapacidad de atender el problema y lo malo es que en ocasiones esta inseguridad esta cobijada con el manto de las “autoridades”, que por diversas circunstancias no actúan y han permitido que muchos municipios y poblaciones se vean sometidos a los designios de grupos criminales.
Esto ha causado que estos grupos criminales ahora sean quienes decidan a los candidatos a participar, a través de amenazas y hasta homicidios, para impedir que alguien que no sea su candidato busque obtener un puesto de elección popular, en los municipios y regiones que operan.
Pero también ha impedido que el desarrollo y crecimiento el país se dé, primero porque impiden el crecimiento del comercio, la industria y cualquier empresa local a través de cobro de piso, esto impide a su vez la creación de mayor producción y empleos para los habitantes, lo que les deja con muy pocos ingresos económicos para la compra de víveres y pago de servicios. Esto obliga a los pobladores a someterse a estos grupos y a las mismas autoridades a negociar para evitar ser victimas del enojo de esos grupos.
Esto ocurre, de acuerdo a los expertos en una tercera parte del país, donde, repito, la falta de acción de las autoridades constitucionales es mínima, por temor o complicidad.
Esta situación que parece mínima empieza a escalar a nivel nacional, alejando con ello las inversiones en el país y los que invierten, están sometidos a otorgar un “pago” para seguir permaneciendo en el mercado.
Esto provoca que gran parte de los pobladores no tengan empleos bien pagado y se refugien en la informalidad, que ya esta conquistada por esos grupos criminales.
Por ello se hace necesario que el próximo 2 de junio cuando los mexicanos salgamos a votar, sea con la convicción de que el voto que emitamos será el camino elegido para los próximos seis años.