Por Víctor Barrera

En tiempos electorales, y más cuando esta en juego la presidencia de la república,  los candidatos que compiten prometen crecimientos económicos que de lograrse, desde hace  varios años estaría México entre las 10 economías más importantes del mundo, Sin embargo la realidad nos coloca en un doceavo o treceavo lugar, algo que no debe celebrarse, sino al contrario debe ser  la base para pedir a quien gobierna que  el objetivo es estar  en los primeros ocho lugares.

Entonces, para alcanzar una mejor calidad de vida y  no tener problemas con el sistema de salud, por la  inmensa cantidad de gente que lo necesita. Quien gobierne deberá saber administrar las riquezas del país y no estar pensando  cada año en que se apruebe un endeudamiento.

Cuando escuchamos que los presupuestos anuales  son en billones de pesos y los resultados de crecimientos son mínimos, entonces deberemos pensar que quien gobierna no lo sabe hacer o  solamente llego al poder para obtener  cuentas bancarias inmensas de él y personajes cercanos a él.

Si no pensamos en esto, entonces seguiremos votando por personas inocuas que  solo ofrecen espejitos y no realidades y lo peor que solo buscan beneficios propios.

México ha pasado en la época moderna,  por lo menos tres regimenes distintos,  a principios de este siglo, otorgamos el poder a Vicente Fox, quien de ser un diputado  casi desapercibido alcanzo la popularidad suficiente para ser el candidato del PAN y ser disruptivo en la política.

Su formas de ser y ocurrencias, atrapo a la gran mayoría de la gente que pensó en él como el motivador de un cambio, político y económico del país. Pero al poco  tiempo de tomar las riendas de la administración federal,  solo nos mostró que su popularidad no era equivalente a sus conocimientos, pese a ello logramos obtener  crecimientos  cercanos al 2 por ciento.

El PAN continuó  gobernando por otros seis años, con Felipe Calderón, quien también mostró que  su capacidad para administrar era muy  baja y para compensar  esto,  armo una guerra contra el crimen organizado, desatando  una ola de violencia, la cual seguimos padeciendo.

Para el 2012, la gente  prefirió regresar el mandato al PRI, con Enrique Peña Nieto, que resulto ser simplemente una figura decorativa y permitió que su equipo incrementara la corrupción  dentro del país, Sin embargo  los resultados económicos fueron favorables, alcanzamos crecimientos superiores al 2 por ciento.

Esto llevo a la creación de algunos programas sociales en apoyo de  los llamados grupos vulnerables, algo que se había aplicado  desde el sexenio de  Fox de manera limitada, pero  en este se abrió  de manera general, incluyendo que algunos gobiernos estatales también participaran en  el otorgamiento de programas sociales  locales.

Pero también  permitió  el incremento de recursos en  los llamados fondos y fideicomisos que permitieron hacer frente a algunos problemas causados por  fenómenos naturales o para  apoyar a grupos  y sectores específicos.

Sin embargo  el tema corrupción peso sobre lo poco bueno y la gente decido  que era necesario cambiar de régimen político y se le otorgo la administración federal a Andrés Manuel López Obrador, Esto con el objetivo de que en pocos años podríamos estar mejor, pero los resultados han mostrado que durante este sexenio en  por lo menos los primeros cuatro años, cada año estamos peor que el anterior.

La violencia en el país se ha incrementado hasta el grado que quienes originan esta violencia ahora son quienes administran  de alguna forma una tercera parte del país.

Estos grupos criminales ahora son quienes deciden  quien será el gobernador, senador, diputado federal o local, alcalde o concejal en turno, sea  vía recursos económicos,  violencia o miedo.

Todo esto bajo el amparo de la política  pública de “abrazos y no balazos”, implementada por este gobierno federal, que además  esta señalado como  alguien que recibió recursos  de esos grupos criminales para realizar sus campañas políticas y actos políticos, algo que  no desmiente con datos y pruebas reales y solo  lo hace de palabra.

Esto ultimo es un factor fundamental para que los cuidadnos tomemos muy en serio  el voto. Una herramienta que  nos permite, seguir siendo libres, pero que podría cambiar, si nuestra decisión no es la adecuada.

Por lo tanto  nuestra tarea no es solamente votar por  la popularidad de  la candidata o candidato para un puesto publico, sino  investigar y  saber  que ha hecho esta candidata o candidato,  bueno o malo en su carrera política. Deberemos saber, cuanto tiempo ha vivido del erario publico, es decir, ha estado en  puestos de elección popular o dentro de la nomina de alguno gobierno local o federal. Si en verdad cada decisión tomada por la candidata o candidato, han beneficiado a la población o solamente a este y  personas mas cercanas a él o ella.

Porque si no ha hecho nada a favor de la población, entonces es parte del problema y por ello no deberemos votar por esa o ese candidato.

Estamos a tiempo de mostrar que la ciudadanía es quien debe tener el mando para elegir a sus  gobernantes, representantes o cualquier funcionario de un puesto de elección popular, porque si dejamos que sea un grupo político o un grupo criminal quien los elja estamos otorgándoles  nuestros derechos y libertades que aun  tenemos y que no deberemos perder.