Por Víctor Barrera
El fin de semana anterior en Madrid, España, el ex presidente Ernesto Zedillo, manifestó que América Latina tendrá una década perdida, entre 2015 y 2025, porque el crecimiento económico de los países que lo integran ha sido realimente mediocre.
Esto debido, principalmente, a las decisiones de sus gobiernos, que en su mayoría han sido populistas, que se han dedicado más a enaltecer la figura de una sola persona, el presidente de cada nación, y no en pensar en establecer políticas públicas para el mejoramiento de localidad de vida de sus gobernados.
Estas declaraciones son similares a los pronósticos presentados por el Fondo Monetario Internacional, donde estima que la recuperación económica de esta zona será hasta después del 2025 y en el caso particular hasta el 2027.
Esto pone a México como un país con retrocesos importantes en cuanto a la reducción de la pobreza y la desigualdad.
Ante ello, la reacción de quienes siguen defendiendo la gestión de AMLO fue inmediata y con el único sentido que tiene ante las críticas, descalificar las declaraciones manifestando los resultados de Ernesto Zedillo durante su administración.
Señalaron que durante el primer mes de su administración se presentó la peor crisis económica que hasta ese momento tenía el país, apuntaron que se perdió mucho en el Fobaproa y que seguimos pagando con un total de la deuda de un billón de pesos. Aunque no quieren reconocer que con AMLO aumentara la deuda en un billón 200 mil mdp.
Andrés Manuel tampoco resistió la crítica y ante la falta de argumentos solo manifestó que “no le molestan” los dichos del ex presidente.
Porque si se comparan ambas administraciones, el tabasqueño sale perdiendo, veamos, a pesar de tener la peor crisis economía, al final del sexenio de Redilo, el crecimiento per cápita presente un incremento del 11 por ciento, algo que estamos lejos de lograr en esta administración, porque de acuerdo con las estimaciones, al término de la presente administración tendremos una caída de 4.2 por ciento.
Esto significa que aun cuando cada mañana manifiesta que México va bien, al final de su administración losa números señalaran que en materia económica fue un fracaso y que más allá de mejorar la calidad de vida de los mexicanos les erosiono esta, aumentando el número de pobres y desigualad social.
También se hicieron reformas trascendentales para fortalecer al Estado mexicano y establecer una mayor participación de la ciudadanía en asuntos de gobierno.
Como el decidir que el Instituto Electoral fuera totalmente ciudadano, pero ahora se pretende regresar a este como un órgano apéndice del gobierno federal.
A esto debemos agregar que el sistema educativo del país, también muestra un retroceso por el desprecio a una educación de calidad, a cambio de una educación ideológica, basada en pensamientos anacrónicos.
Se evitan hacer evaluaciones al sistema educativo, porque saben que de hacerlo saldría reprobado, y quienes pagaran las consecuencias son los niños y niñas que no reciben una educación enfocada a la calidad y competencia laboral. No para ser mano de obra, sino para competir en conocimientos científicos y tecnológicos.
Lo he señalado en varias ocasiones, esta gestión federal y algunas estatales, que dicen establecer la 4T no tiene siquiera una idea clara de los objetivos a conseguir en el corto y mediano plazo, porque la forma en la cual se ha querido asentar esta 4T no marca esos objetivos y mucho menos los alcances.
Si lo vemos así, tiene mucha razón Ernesto Zedillo, México presenta un retroceso no solo económico, con la pérdida del crecimiento per cápita, sino también en el desmantelamiento de sus sistemas, sus instituciones y organismos ciudadanos que solo recuperaremos si existe un cambio en el rumbo que lleva el país.