El líder conservador Ulf Kristersson fue elegido este lunes primer ministro de Suecia por mayoría absoluta parlamentaria, en una votación en la que contó por primera vez con el apoyo de la extrema derecha de los Demócratas de Suecia, marcando una nueva era política para el país nórdico.
Kristersson fue elegido por 176 votos a favor y 173 en contra, tras haber anunciado el viernes un acuerdo para un gobierno tripartito, compuesto por su formación –los Moderados–, los Democristianos y los Liberales, apoyados en el Parlamento por los ultraderechistas Demócratas de Suecia (SD).
Los cuatro presentaron una hoja de ruta conjunta de 62 páginas sobre su futura cooperación, en que destacan ejes como la lucha sin cuartel contra el crimen y la inmigración, así como la construcción de nuevos reactores nucleares.
El líder del SD, Jimmie Åkesson, dijo en el Parlamento que, si bien su partido habría preferido formar parte del gobierno y tener cargos ministeriales, las políticas del nuevo ejecutivo eran más importantes.
«Lo importante es lo que el gobierno haga», no cómo esté compuesto, aseguró.
Su formación se alzó como la gran vencedora de las elecciones generales del pasado 11 de septiembre, emergiendo como el segundo partido más votado con un 20,5% de las papeletas, solo por detrás de la primera ministra Magdalena Andersson, del partido Socialdemócrata, que ha dominado la política sueca desde los años 1930.
El nuevo gobierno, que debería anunciarse el martes, prevé asimismo recortes dramáticos en la política sueca de acogida de refugiados, reduciendo la cuota de 6.400 demandantes de asilo del año pasado a solo 900 anuales durante los cuatro años de mandato.
También considerará la posibilidad de «expulsar a extranjeros por mala conducta».