Cientos de localidades se quedaron el lunes sin electricidad en Ucrania tras ataques mortales rusos que dañaron las infraestructuras energéticas del país y golpearon la capital, Kiev, con unos «drones suicidas» a casi ocho meses del inicio de la invasión.
«Cientos de localidades están sin electricidad», lamentó el primer ministro ucranio, Denis Shmigal, tras informar de «cinco ataques con drones» en Kiev y «ataques con misiles» en Dnipropetrovsk (centro-este) y Sumi (noreste).
Al menos seis personas murieron en los ataques, tres en Kiev y tres en la región de Sumi, según las autoridades locales.
Entre los fallecidos en la capital hay «una joven pareja, un marido y su mujer que esperaban a un niño. Estaba embarazada de seis meses», según el alcalde, Vitali Klitschko.
Periodistas de AFP en Kiev vieron drones sobrevolando un barrio central de la capital y cómo los oficiales de la policía les dispararon con armas automáticas.
«El enemigo puede atacar nuestras ciudades, pero no logrará quebrarnos», afirmó el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky.
El nuevo Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, que empezó su mandato el lunes, pidió no tomar a las civiles como objetivo.
«Toda escalada en una guerra es muy preocupante para nosotros, y está pasando en Ucrania», denunció el diplomático austriaco.
Tras los ataques, el ejército ruso afirmó haber alcanzado sus objetivos. «Todas las instalaciones fueron alcanzadas», indicó el ministro ruso de Defensa en Telegram, precisando que se había impactado las «instalaciones de mando militar y de sistemas energéticos de Ucrania».
Los ataques se producen una semana después de que Rusia lanzó un bombardeo con misiles que se extendió dos días y que afectó a localidades en toda Ucrania, provocando cortes de electricidad y agua en todo el país.
«Parece que ahora nos atacan todos los lunes», dijo el taxista Sergiy Prijodko, mientras esperaba fuera de la estación central de trenes de Kiev.
«Es la nueva forma de empezar la semana», dijo a AFP.
El jefe de gabinete de la presidencia ucraniana, Andriy Yermak, indicó que el país necesita «más sistemas de defensa antiaéreas lo antes posible».
«Los rusos piensan que esto los va a ayudar pero solo muestra su desesperación», escribió.