Por Víctor Barrera
La situación social que sufre México no desaparecerá por el simple hecho de que las fuerzas Armadas continúen en las calles realizando tareas de seguridad pública, porque así ha sido demostrado en los últimos años, que aun cuando el ejercito está en las calles los índices de criminalidad no bajan.
Lo que hace en verdad hace falta es establecer una política y estrategia publica que involucre a los tres órdenes de gobierno, pero esta estrategia deberá estar apoyada con la honradez de todos los participantes, para que se apliquen los recursos suficientes y no sean desviados, además se castigue bajo las leyes civiles a quine o quienes en el cumplimiento de su labor a quien en función de su trabajo violente la ley o abuse de su poder.
La militarización del país, solo está construyendo un cuarto poder que muestra más voracidad que los otros tres poderes y de no poner un alto, en el corto plazo, podríamos estar viviendo un gobierno militar que impedirá que la democracia se mantenga en el país.
Andrés Manuel López Obrador ha mostrado un temor a perder el poder y ha otorgado poder a las Fuerzas Armadas que difícilmente podremos quitarles, ya que su organización es mucho más disciplinada y en el momento en el cual se les pretenda restar ese poder se podría armar una confrontación directa, ya no con el crimen organizado sino con la sociedad misma.
Esto nos hará regresar a inicios del siglo pasado donde el poder lo tenía el ejército y tuvo que haber una revolución, algo que destruye todo a su paso.
El panorama se hace cada vez más complejo, porque ya no solo tendremos los problemas que originan una economía en crisis, sino ahora estaremos a merced de las Fuerzas Armadas que ante una orden no se detiene por nada y a sabiendas de violentar los derechos fundamentales de la gente, actúan hasta cumplir con esa orden.
Nuestros legisladores, la mayoría de ellos, han demostrado una vez más que trabajan más por los intereses de una sola persona que aconsejada por un pequeño grupo de personas, voraces de poder, pretenden eternizarse en el poder a costa de todo.
Sin embargo, la historia nos muestra que nunca existe garantía de que la Fuerzas Armadas mantengan una lealtad con quien les ofrece el poder, ante el dilema de obedecer a una persona o establecer un régimen militar a su favor.
Ante este complejo panorama, quizás la última oportunidad para preservar nuestra democracia y nuestras libertades, es necesario que en los próximos comicios no se permita la continuidad del actual régimen, y tratar con una mayoría evitar que las fuerzas Armadas mantengan un poder, más allá de lo suficiente para resguardar nuestra seguridad.
En estos momentos parece algo difícil de realizar, pero no imposible, debemos la sociedad entera exigir que las autoridades no otorguen ese poder, solo por su pensamiento de una lealtad infinita de las Fuerzas Armadas.
Es importante que la ciudadanía apoye una plataforma donde se desarrolle un gobierno capaz de mantener nuestras libertades, que se olvide de las cofradías y que imponga la ley.
Debemos entender que, si no lo hacemos, estaremos condenados s repetir nuestra historia de una revolución sangrienta y llena de traiciones.
Por el momento deberemos conocer el nombre de estos legisladores, Diputados federales y Senadores, que aprobaron la permanecía del Ejército en las calles hasta el 2028, porque en lugar de exigir al gobierno federal y los otros órdenes de gobierno realicen su tarea, salieron por una solución rápida pero peligrosa.
Cada uno de los ciudadanos deberá pedir una explicación de su voto y si no lo hacen pedir un juicio de desafuero porque no actúa como lo protesto, cumplir y hacer cumplir la ley. A favor de la población y no solo de un grupo o persona.
Los ciudadanos aun podemos cambiar el rumbo que se ha tomado en México exigiendo que no se realicen reformas electorales que impidan que el órgano electoral se debilite más y sea solamente un apéndice el régimen actual. Exigir al poder Judicial actuar en consecuencia y que resuelva las acciones de inconstitucionalidad que se le han presentado respecto de la militarización de la seguridad pública.
En el 2021 se demostró que López Obrador y morena no son invencibles, y que una sociedad organizada puede impedir su permanencia en el poder, Aun estamos a tiempo de que nuestra democracia se mantenga, que nuestros derechos fundamentales sean respetados, pero es cuestión de la decisión de una sociedad y personal de cada uno de los miembros de esta sociedad.