Por Víctor Barrera
Al presentar el gobierno federal el Acuerdo del Paquete contra la inflación y la carestía (Pacic), que es simplemente una adhesión de 15 empresas, para ayudar a detener el incremento de precios que cada día se presenta, existen algunas medidas que ponen nerviosos a organismos empresariales y a la sociedad misma.
Es bueno que se estas empresas aporten un descuento y un precio, en algunos productos accesible para la mayoría de la gente, pero esto no es suficiente, porque como lo señaló el titular de hacienda, Rogelio Ramírez de la O, el incremento se debe a la falta de oferta de productos, por lo que se debe buscar obtener más productos de lo más demandados para ir quitando la presión sobre sus precios.
Estos productos en su mayoría son alimentos y muchos de ellos se compran en los mercados y tianguis y no en las tiendas de autoservicio, por ello estos productos deben distribuirse a precios justos en estos lugares.
De no hacerlo, la falta de oferta seguirá siendo el principal elemento para que los precios sigan elevándose.
Pero para incrementar la llegada de estos productos a mercados y tianguis, será necesario que estos no pasen a través de muchos intermediarios, con ello se evitará que en cada estación de la cadena se incremente el precio del producto.
Pero también es necesario que exista el producto suficiente para que haya abasto suficiente en el mercado interno y también se pueda seguir exportando.
Esto último debe acompañarse con la aplicación de recursos públicos al sector primario, para que se pueda sembrar y después cosechar más de lo que hasta ahora se obtiene.
Por lo tanto, corresponde al poder Legislativo modificar el presupuesto para orientar la mayoría de los recursos al sector agropecuario en el Paquete Económico 2023, lo que daría resultados a partir de la segunda mitad del año entrante.
Todo esto nos da un ejemplo claro de que la mayoría legislativa deberá dejar de obedecer al Ejecutivo y tomar decisiones no a favor de una persona y su proyecto político, sino para la gente que los eligió y los llevo al puesto público que desempeñan.
Otro punto que preocupa es que el gobierno federal se comprometió para que las empresas que han firmado el acuerdo reciban un licencia única universal, que permitirá importar y distribuir no sólo alimentos, sino insumos para el envase de alimentos sin ningún trámite o permiso, brincándose no sólo al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad (Senasica), sino a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), además dejaran de pagar aranceles o impuestos generales de importación, incluso con países con los cuales no tenemos firmados Tratados de Libre Comercio.
Estos “beneficios”, ponen en riesgo no solo la salud de los mexicanos, porque no habrá una supervisión de inocuidad alimentaria de los alimentos e insumos importados, Debilitar a Senasica puede abrir la puerta a grupos proteccionistas de Estados Unidos que obstaculizaría el sector exportador mexicano, que hasta el momento es el que más rápidamente se ha recuperado después de la pandemia, y se entablarían diversas demandas y juicios en contra de productos mexicanos de exportación.
Entonces, y al igual de lo que sucedió con el primer Pacic, anunciado en mayo pasado, es muy probable que este nuevo acuerdo no pueda frenar los índices de inflación, pero si traería otros problemas como los ya comentados.
Reitero que para una efectividad mayor es necesario que estos Acuerdos sean firmados por todos los sectores del país y no sea a cuenta gotas la adhesión de estos, porque de nada servirán.