Integrantes de la organización defensora de derechos humanos Desaparecidos de la Costa y Feminicidios en Michoacán realizaron una protesta la noche de este sábado frente a la Catedral de Morelia para insistir en que las autoridades atiendan verdaderamente el problema de las personas desaparecidas. Dijeron que seguirán insistiendo porque no han visto resultados concretos por parte de las autoridades.
Evangelina Contreras Ceja, integrante de la Asociación Civil Desaparecidos de la Costa y Feminicidios en Michoacán”, manifestó que colocaron veladoras frente a catedral, “no porque pensemos que están muertos, sino para que la luz los traiga, ilumine su camino, y regresen con nosotros y sus familias”.
Su hija fue secuestrada por delincuentes en complicidad de autoridades federales y municipales el 11 de julio de 2011 en Caleta de Campos, municipio de Lázaro Cárdenas. Después fue secuestrado su hijo, pero apareció con vida torturado y con dos impactos de bala. “Con mensaje anónimos me exigía que ya no buscara a mi hija Tania”.
Según la Fiscalía General del Estado de Michoacán, entre 2017 y 2021 se reportaron mil 85 desapariciones en Michoacán, sin, embargo para los padres de familia de desaparecidos la cifra no se acerca a la realidad porque muchos no denuncian por miedo o porque no saben qué hacer.
“Cuando desapareció mi hija, fui a Lázaro Cárdenas a presentar una denuncia ante el Ministerio Público, pero no me dieron nada, ningún papel. Cuando en 2014 fui a la entonces Procuraduría de Morelia, me informaron que nunca se registró la denuncia, que todo había sido una simulación y que, de mí, lo único que tenían era mi número telefónico”.
Sostuvo que la desesperación la llevó a reunirse con líderes de grupos delictivos de Caleta de Campos, Aguililla y Coalcomán, pero me aseguraron que ellos no tenían nada que ver con su desaparición.
Según cifras oficiales de 1964 a la fecha, son más de 4 mil los desaparecidos, de los que 309 casos tuvieron que ver fuerzas de seguridad de los tres órdenes de gobierno, así como grupos delictivos. “No ha habido detenidos, los únicos que hemos sido criminalizados somos los familiares”, afirmó Mercedes Ruiz, madre del abogado Alejandro Ortiz, de 27 años, quien desapareció en noviembre de 2010 en el tramo Lázaro Cárdenas-Apatzingán junto con su socia, Vianey Heredia Hernández. Ambos atendían un asunto relacionado con explotación de minas.
En los últimos 50 años, en Michoacán han desaparecido jóvenes acusados de formar parte de grupos subversivos en la década de los 70; familias han visto la desaparición de padres y hermanos por grupos delictivos que los despojaron de sus casas y huertas; hay profesionistas que iban de paso por Tierra Caliente y fueron secuestrados por gente no identificada; así también, personas que desaparecieron después de cruzar un filtro de seguridad, sin contar a los que salieron de sus viviendas a la escuela, el trabajo, al mercado…y no se volvió a saber de ellos.