Por Víctor Barrera
Recién llegado Andrés Manuel López Obrador de su viaje por Estados Unidos manifestaba que su encuentro con Joe Biden, presidente del país vecino había sido cordial, pero lo más importante es que traía la promesa de empresarios norteamericanos de invertir 40 mil millones de dólares en nuestro país en los próximos años hasta el 2024.
Esto era confirmado por la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, quien aseguraba que habría buenas noticias en materia energética.
Es probable que esta alegría desaparezca en los rostros de López Obrador y Clouthier, porque la Representante Comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, ha subrayado su preocupación por las medidas tomadas por el gobierno de López Obrador de cerrar espacios a las inversiones privadas y de no reconocer los contratos firmados con anterioridad en el sector energético del Asegura que se ha buscado de muchas maneras encontrar una solución constructiva con el gobierno mexicano para resolver esas preocupaciones, sin embargo las compañías de Estados Unidos continúan enfrentando un trato injusto.
Ahora la United Status Trade Representative, organismo que defiende los intereses de los inversionistas norteamericanos ha decidido cambiar su estrategia, señala que, durante 18 meses de conversaciones sin ninguna respuesta del gobierno mexicano, han decidido utilizar los mecanismos que se encuentran dentro del T-MEC, para forzar cambios en la política energética mexicana.
En otras palabras quieren señalar que, de no encontrar una solución a esas preocupaciones, acudirán a realizar paneles internacionales de comercio para resolverlas, porque existen miles de millones de dólares en juego. Es decir, podrían realizarse demandas para que el gobierno mexicano responda económicamente ante estas controversias, algo que podría golpear de manera importante las finanzas públicas del país.
Debemos recordar que desde el 2021 el gobierno de López Obrador ha realizado cambios en el sector energético con el objetivo de darle prioridad a las empresas productivas del Estado, Pemex y CFE, haciéndolas altamente predominantes.
Así en las reformas del 2021 a la ley de la industria eléctrica se le otorga la prioridad a la CFE para generar electricidad y frente a los productores privados., en el 2022, la Secretaría de Energía otorgo ventajas a PEMEX y CFE, dejando afuera a la competencia.
Estas acciones son consideradas como incompatibles con algunas obligaciones del T_MEC, porque algunos capítulos del tratado detallan el acceso a mercados; la protección de inversiones y lo relacionado con las empresas de propiedad estatal.
López Obrador tiene dos salidas, reconocer los errores, algo que será difícil para el tabasqueño, porque implicara realizar un cambio de fondo en su estrategia energética y la segunda es patear el bote y alargar las discusiones para que sea la próxima administración federal quien resuelva las controversias.
De una u otra manera se mostrará a López Obrador como una persona con total desconocimiento de cómo administrar un país, donde las relaciones exteriores deben ser el complemento de la política interior para buscar el desarrollo económico y social de una nación.