Por Víctor Barrera
Hoy se inaugura en Tabasco, la refinería Dos Bocas, llamada Olmeca, que tiene el objetivo principal de producir gasolina que permita ofrecer a menor costo el combustible en beneficio de la población de México.
Esto también permitirá celebrar, de manera adelantada, el cuarto año del triunfo de López Obrador en los comicios del 2018, por ello tendrá un significado mayor esta obra que, como dice el tabasqueño, permitirá dar un paso más hacia su meta de alcanzar la soberanía energética.
Sin embargo, con ello también se busca ocultarla opacidad de su construcción, porque se inaugurará solo las instalaciones y no su funcionamiento, para que esta refinería produzca gasolina tendrá que pasar por lo menos entre 6 meses y un año, en lo que se adecuan los instrumentos del proceso total de la producción del combustible, es decir estará durante todo ese tiempo en fase de prueba.
Por supuesto que esto tendrá un costo el cual se deberá sumar al ya realizado en la construcción del edifico y adecuación de las oficinas, Esto da un resultado de un gasto mayor al presupuestado, que, si se compara con la compra de Deer Park, la refinería que se encuentra en Texas, Estados Unidos, salió más barato comprar que construir.
Entonces el costo que se estimó de 8 mil 700 millones de dólares podría subir, según lo estimado por el mismo López Obrador, hasta los 12 mil millones de dólares y aun no se sabe la fecha real cunado se alcance la meta de producir 340 mil barriles diarios.
Esto también porque Pemex tampoco ha logrado incrementar su producción a 1.8 millones de barriles diarios de petróleo, y la gasolina de Deer Park se seguirá contabilizando como importada, aunque Pemex sea el dueño al 100 por ciento.
De acuerdo al Intitulo Mexicano para la Competitividad (IMCO), que realizo un estudio sobre esta refinería, los resultados han sido negativos, primero por la mala planeación, el ejercicio inadecuado de recursos públicos y la opacidad que se ha mantenido en todo el proceso, además resalta la baja rentabilidad que tendrá esta refinería si no se tiene una producción del 100 por ciento de su capacidad.
Señala que Pemex Transformación Industrial (PTRI), que es la subsidiaria de Pemex encargada de la refinación y petroquímica, tiene pérdidas acumuladas de 1.26 billones de pesos en la última década. En 2021, las pérdidas ascendieron a 219.8 mil millones de pesos, por lo que estima que la entrada en operación de la nueva refinería Olmeca generará mayores pérdidas para PTRI.
Entre las conclusiones del análisis del IMCO, destaca que, por los sobrecostos de la refinería, la deficiente planeación del proyecto y las condiciones actuales del mercado de hidrocarburos, Olmeca no abonará para un sector energético más competitivo.
Entonces la segunda obra insignia de López Obrador termina siendo al igual que el AIFA, en un fracasó.
No cabe duda que las ocurrencias mal diseñadas y presupuestadas, terminan siendo un elefante blanco que solo estorban.
Esperemos que en los próximos años se recapacite y se busque un buen funcionamiento de estas obras, pero para ello tendrán que pasar por lo menos otros seis años.