Por Víctor Barrera


Hace una semana y media leíamos que México se encontraba en el Top 5 de los países más inseguros del mudo, dentro de las naciones que no pasan por una guerra. Lo que confirma que la promesa de acabar con la inseguridad no ha sido siquiera cubierta en un porcentaje mínimo.

Em cuanto a la corrupción el gobierno y a Morena siguen presentando enorme daño a México y de acuerdo a los índices internacionales nuestro país está entre los más corruptos, algunos dirían a modo de broma, que se pagó para estar en ese sitio.

Esto demuestra que otra de las promesas tampoco se ha cumplido, y acabar con la corrupción termino siendo todo lo contrario cuando nos enteramos de que los nuevos ricos salen de las filas quienes ahora detentan el poder. Que su riqueza a incrementado una vez que López Obrador asumió la presidencia y aquellos que nunca mostraron ser multimillonarios ahora resultan con ranchos y propiedades producto de herencias que nunca habían siquiera nombrado anteriormente.

Recordemos que ambas promesas, acabar con la inseguridad, derivada de la lucha contra las organizaciones criminales que incitaría Felipe Calderón y combatir la corrupción, que durante años fue signo característico de los gobiernos en México, fueron las máximas de López Obrador y las definían como No mentir, No robar y no traicionar.

Eso, en buena medida fue lo que motivo a la ciudadanía, especialmente de los jóvenes a votar por las promesas, para asegurar un cambio necesario en el país.

Pero estos jóvenes, nunca se detuvieron siquiera buscar en los periódicos de años atrás los más recientes, la historia del tabasqueño, que desde que inició su carrera política se vio involucrado en actos no muy positivos y ya como Jefe de Gobierno en la CDMX, su carrera política y la de sus acompañantes en el cargo se vio involucrada en corrupción, así se mostró en videos y acusaciones que señalaban esa práctica en el gobierno capitalino.

Estos videos eran realizados y entregados por gente muy cercana a López Obrador, que había confiado en acabar con la corrupción, pero exhibió a muchos políticos de la capital que mostraban que ellos mismos fomentaban la corrupción.

Ya siendo presidente López Obrador, otros videos mostraron como en campaña su hermano recibió a sobres amarillos con dinero.

Luego todo se volvió contradictorio, porque López Obrador dijo que no había manera de que el presidente no supiera sobre lo que pasa en todo el país. Y se mostraron aun más actos de corrupción, pero ninguno fue sancionado.

Ahora, si existen algunos índicos de corrupción Claudia Sheinbaum pide se muestren pruebas y se denuncie, cuando el poder Judicial está muy cercano al Ejecutivo.

Y es que la conformación de Morena fue también acompañada de corrupción, porque los primeros que gozaron de puestos públicos fueron quienes pusieron más dinero o capital político y no precisamente gente que saliera de las filas “del pueblo”, como ellos lo definen.

Y es que los vicios del viejo PRI y del moribundo PRD, sumados a las estrategias del PVEM y PT, hicieron del Movimiento un ente que se mueve con la corrupción y no logra deshacerse de esos vicios.

Así quedó demostrado en los comicios para elegir al nuevo Poder Judicial, que termino con el acordeón, como la expresión más clara de una corrupción. Pero también la forma en la cual se apoderaron del Poder Legislativo, donde Morena asumió un porcentaje más alto al que constitucionalmente le correspondía.

Ahora, con el apoyo de la corrupción, el Poder Legislativo aprobará una reforma político-electoral que beneficiará a Morena para quedarse muchas décadas en el poder. Algo que muestra los objetivos por lo que realmente se formó Morena, No fue por la libertad y los derechos de los ciudadanos, sino solamente por llegar al poder y mantenerse en este.

La llamada 4T es solamente el resultado de una amplia corrupción, basada en el rencor y venganza, donde todos sus integrantes sacan beneficios económicos y políticos, porque pueden y deben hacerlo para no quedarse fuera del selecto grupo.

Las familias con poder se reducen en número, pero se amplían dentro de la nómina gubernamental. Quienes durante años no tenían licenciaturas, maestrías o doctorados de la noche a la mañana resultan los más prestigiosos.

México escribe un capítulo de su historia bajo el manto de la corrupción y así será mientras que la ciudadanía no abra los ojos para impedir que la brecha social siga creciendo, donde unos cuantos son multimillonarios y la gran mayoría solo sobrevive.