Por Víctor Barrera

La calentura de la sucesión presidencial ha golpeado de manera importante a Andrés Manuel López Obrador que intenta a toda costa hacer pensar a los mexicanos que nuestro país va requetebién y no debemos preocuparnos por el presente y futuro, por que él y su organización Morena continuarán al frente del gobierno federal con una de sus “corcholatas”.

Pero en el fondo sabe que el país está enclavado en una crisis económica que  tardaremos en salir si en verdad no se aplican  políticas públicas que  puedan  aminorar la distancia, los expertos han señalado que salir de esta crisis nos llevara lo que resta del año y por lo menos dos terceras partes de la próxima administración, es decir seis años, para esta en niveles que teníamos en 2018, que también eran mediocres, pero había crecimiento económico anual con un promedio de 2 por ciento, y una inflación  del 3 por ciento. 

López Obrador se molesta porque los medios no destacan que tenemos un nivel de inflación menor al de Estados Unidos, la diferencia es que en el país vecino existen programas de fortalecimiento económico, que permiten a sus pobladores contar con apoyos económicos suficientes para mantener el mercado interno de consumo, sin ninguna baja, además existen políticas públicas que protegen a su sector industrial y comercial. 

En México los programa sociales solo están  vistos para la compra de voto y no para mejorar la calidad de vida de la gente,  los sectores productivos  reciben poca o nula ayuda del gobierno federal, que está más empeñado en terminar sus proyectos que dicho sea de paso, están saliendo más caros de lo presupuestado, y que en ellos se han ido los ahorros y recursos extras que  se obtuvieron con la desaparición de los fideicomisos y fondos que se tenían  para hacer frente a catástrofes naturales  enfermedades  del mismo nivel y apoyaban  a las mujeres en un país donde  más del 70 por ciento de ellas sufre de alguna tipo de violencia o discriminación. 


México, repito, se encuentra en una situación que de no hacerse nada pasaremos de mala situación a una a catastrófica. No hemos podido recuperarnos de la caída económica del 8.5 por ciento que sufrimos en 2020, y el nivel de inflación, para este año podría estar en el rango del 9 por ciento, con un crecimiento económico de apenas 1.7 por ciento, que expertos analistas manifiestan. 

Con esos pronósticos, los medios informativos no pueden señalar que México va bien y que cerramos un año en jauja. 

López Obrador no entiende o quiere seguir mintiendo sobre los resultados que tenemos en el país, porque políticamente es redituable, pero la gente empieza a cansarse de la situación. 

Ante la falta de empleos, la gente invade las calles incrementado el comercio informal que permite la creación de mercado negro de muchas cosas de medicamentos que luego se convierte en narcotráfico. 

Se ha incrementado la inseguridad derivada de la desesperación de la gente por llevar ingresos económicos a sus casas y esto va desde un asalto en las calles de México hasta enlistarse en los grupos criminales existentes en el país. 

Por el lado de las finanzas  las cosas tampoco se ven bien,  ante niveles altos de inflación, la política monetaria del Banco de México es incrementar sus tasas de referencia, es decir hacer más caro el costo del dinero, con tasas altas, las hipotecas, préstamos bancarios y cualquier otra operación formal era con iteres altos lo que significa que no todos podremos acceder a ese tipo de recursos y si lo hacemos en algún momento caeremos en falta de recursos y moratoria, lo que originara una burbuja  que ira creciendo  que de alguna manera tendrá que solventar el gobierno para evitar el quiebre del sector bancario del país. 

Pero probablemente estos problemas reventaran luego de que López Obrador deje de ser el titular del poder ejecutivo y se halla ido a su rancho, pro lo mexicanos, todos tendremos que pagar estas pifias de su gobierno. 

Es por estas razones por las que López Obrador debe serenarse y realizar la labor por la que fue elegido, llevar al país a un puerto tranquilo, sin nivel de inflación altas, con una mayoría de empleos formales, con seguridad social y sobre todo un ambiente que permita que quienes tengan capitales los inviertan en México para favorecer salarios más dignos y ganancias para todos, entonces si los medios informativos podrán decir que las cosas van bien, pero por ahora no se puede señalar esto.