El diputado federal Arturo Yáñez Cuéllar denunció que la nueva Ley de Aguas impulsada por Morena representa un intento de centralizar y controlar el recurso hídrico del país, afectando directamente a pequeños y medianos productores. Señaló que esta iniciativa no protege los derechos humanos del agua, como afirma el oficialismo, sino que busca someter a discrecionalidad el otorgamiento y retiro de concesiones, poniendo en riesgo la vida y el trabajo de miles de familias campesinas.

Enfatizó que el PRI defenderá la dignidad del campo mexicano y que no permitirá injusticias contra quienes trabajan la tierra y subrayó que el recurso hídrico es vital y no puede ser objeto de manipulación política.

Recordó que los campesinos y productores son quienes sostienen la alimentación del país y que cualquier intento de limitar su acceso al agua constituye un golpe directo a la soberanía alimentaria. Acusó al oficialismo de utilizar un discurso de justicia contra los acaparadores de agua, cuando en realidad se trata de un control absoluto que perjudica a los productores.

El legislador advirtió que la soberbia y la intolerancia con la que Morena ha tratado a la gente del campo traerá consecuencias políticas y sociales. Aseguró que en 2027 el PRI recorrerá territorio por territorio, distrito por distrito y municipio por municipio, para demostrar que el campo dará la espalda al oficialismo y reafirmará su confianza en quienes defienden sus derechos.

“México tiene una tradición clara: cuando lo arrinconan, responde; cuando le mienten, se planta; y cuando intentan arrebatarle lo suyo, arde con dignidad. Aquí vamos a arder porque no vamos a permitir este tipo de injusticia”, sostuvo al tiempo que retó al oficialismo a enfrentar las consecuencias de una ley que calificó como un descalabro.

Refirió que muchos de los actuales legisladores de Morena provienen del PRI y se formaron en sus filas, pero que con este tipo de decisiones se les retirará esa paternidad política. “Sépanlo bien, les vamos a quitar la paternidad”, concluyó.