México sigue sin lograr contener el brote del gusano barrenador, por lo que el gobierno federal, un año después de que la infección se propagará, decidió ampliar el plan de emergencia nacional.
De acuerdo con el Diario Oficial de la Federación, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Agricultura) fortaleció las facultades del Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Animal (Dinesa).
La ampliación establece que las secretarías estatales de Desarrollo Agropecuario y el sector privado deberán observar las nuevas disposiciones y notificar cualquier tipo de gusaneras al personal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
“Las y los movilizadores de ganado bovino, bufalino, bisontes, ovino, caprino, porcino y aves deben cumplir con lo establecido en las disposiciones legales aplicables y presentar el Certificado Zoosanitario de Movilización (CZM) para cualquier traslado de animales”, se lee en las medidas.
Los animales deberán ser tratados con antiparasitarios entre tres y cinco días antes de tramitar el CZM.
Además, previo a su movilización, tendrán que ser bañados por aspersión o inmersión con un insecticida de efecto larvicida y pasar por una inspección física para descartar heridas o gusaneras.
La resolución establece que no pueden movilizarse animales incapaces de mantenerse en pie, enfermos, fatigados, con heridas o con gusaneras, pues representan un riesgo para la dispersión de la mosca del gusano.
En caso de presentar heridas, los propietarios deberán aplicar insecticidas de acción larvicida y cicatrizante, y mantener a los animales en la unidad de producción o centro de acopio hasta que las heridas estén completamente cicatrizadas.
El documento también precisa que, para todas las movilizaciones con origen en zonas afectadas por el gusano, deberá asentarse en el CZM el punto de revisión correspondiente: Puntos de Verificación e Inspección Federal (PVIF), Puntos de Verificación e Inspección Interna (PVI) y Puntos de Verificación e Inspección Emergentes (PVIEM).
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Productores de Carne (AMEG), hay preocupación porque después de un año la amenaza del gusano barrenador siga activa.
La situación exige “redoblar la vigilancia sanitaria y los controles de movilización ganadera”.
“Es crucial asegurar filtros de revisión eficaces que garanticen traslados responsables y eviten nuevos focos de propagación en el territorio nacional”, señaló el organismo.
