Por Víctor Barrera


Alejandro Gertz Manero, mostró a lo largo del día de ayer que no quería salir de un puesto que le era muy útil para mostrar fuerza política y no necesariamente el apego al Estado de Derecho.


La historia de Gertz Manero se vio envuelta en diversos problemas que fueron solucionados con el poder político que fue acumulando a lo largo de los años. Desde su paso por el PRI al PAN, para luego entrar a Convergencia y desde ahí preparar su plataforma para estar cerca del oriundo de Macuspana, y ser precisamente uno de sus principales consejeros en el ámbito legal.


Y aunque se vio obligado, por las circunstancias, a renunciar esto no significa que la Fiscalía General de la República (FGR) deje de utilizarse como una herramienta de fuerza política.


Por lo que se espera que, si se impone Claudia Sheinbaum, quien asuma el puesto será una persona bastante cercana a ella. Y si así lo es, también se abre la oportunidad de Sheinbaum Pardo para realizar ajustes en su gabinete, y posiblemente en otros frentes, para colocar a gente cercana eliminando a quienes no siguen el rumbo trazado por ella e ir eliminado a aquellos que no van por el camino trazado por ella.


Veremos si ahora la FGR será completamente autónoma o continuará en el camino que ha sido su destino durante años, esto a pesar de que a finales del siglo pasado se le otorgo una total autonomía.


Es el momento de Claudia para establecer una FGR que sustente su trabajo apegado a la justicia y el Estado de Derecho, lo que podría ofrecer confianza para atraer capitales a nuestro país. Es necesario tener una institución fuerte por un principio de equilibrio de los aparatos de justicia.


Porque hasta ahora y después de la elección de lo que denominan el Nuevo Poder Judicial, este sólo ha mostrado que sus decisiones, están fuera de lugar que hasta Claudia Sheinbaum se ha pronunciado en contra de ellas como la aprobación de la Corte para aplicar retroactividad en sentencias consumadas que mereció una opinión contundente de Sheinbaum Pardo.


En tanto el destino de Alejandro Gertz Manero es ocupar una embajada en “un país amigo” donde permanecerá el resto de sexenio y pueda tener un retiro sin tantos aspavientos.


Para los mexicanos, esperamos se dé a conocer los motivos por los cuales “renuncio” al cargo y si son diferentes a los motivos del Senado para pedir una reunión urgente para resolver esta «renuncia”. Sería bueno empezar con la máxima claridad de esta institución sólo por cuestión de confianza.