El papa León XIV respaldó firmemente el martes a los obispos de Estados Unidos que condenaron la ofensiva migratoria del gobierno del presidente Donald Trump, e instó al pueblo estadounidense a escucharlos y a tratar a los inmigrantes humanamente.
El primer papa estadounidense de la historia fue consultado sobre el «mensaje especial» que la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos adoptó en su asamblea general la semana pasada. En el texto se critica la deportación masiva de inmigrantes por parte del gobierno de Trump y su «denigración» en el actual debate migratorio. Se lamenta el miedo y la ansiedad que las redadas migratorias han sembrado en las comunidades, y la negación de atención pastoral a los inmigrantes en los centros de detención.
León, quien previamente instó a los obispos locales a ser los primeros en hablar sobre temas de justicia social, dijo que apreciaba la declaración de los obispos estadounidenses e instó a los católicos y a todas las personas de buena voluntad a escuchar lo que dijeron.
«Creo que tenemos que buscar maneras de tratar a las personas humanamente, tratarlas con la dignidad que tienen», dijo el pontífice, nacido en Chicago. «Si las personas están en Estados Unidos ilegalmente, hay maneras de abordarlo. Hay tribunales, existe un sistema de justicia».
En un diálogo con periodistas al salir de la casa de campo papal al sur de Roma, León reconoció que hay problemas en el sistema migratorio de Estados Unidos. Pero enfatizó que nadie ha dicho que el país deba tener fronteras abiertas, y que cada nación tiene el derecho de determinar quién puede entrar y cómo.
«Pero cuando las personas viven buenas vidas, y muchas de ellas por 10, 15, 20 años, tratarlas de una manera que es extremadamente irrespetuosa por decir lo menos —y ha habido algo de violencia, desafortunadamente— creo que los obispos han sido muy claros en lo que dijeron», expresó.
«Solo invitaría a todas las personas de Estados Unidos a escucharlos».
El «mensaje especial» de los obispos fue infrecuente, y constituye la primera vez desde 2013 que los prelados redactan una declaración sobre un solo tema en una de sus reuniones. Fue acompañado por un video en Instagram de obispos leyendo el texto en cámara, para reforzar su mensaje.
León habló con los periodistas reunidos fuera de su villa en Castel Gandolfo, donde suele pasar las tardes de los lunes y los martes relajándose, jugando tenis y nadando en la piscina cubierta de la finca.
Indicó que planea más viajes a partir de 2026, después de que sus compromisos en Roma disminuyan con el fin del Año Santo.
Cuando se le preguntó si regresaría a Perú, donde pasó unos 20 años como misionero, el papa dijo «por supuesto».
Pero también dio indicios de otros posibles destinos, como el santuario de Fátima en Portugal, la Basílica de Guadalupe en México, y visitas a Argentina y Uruguay.
«Me encanta viajar, el problema es coordinar con todos los compromisos», comentó.
La próxima semana, el jerarca católico emprenderá su primer viaje al extranjero como papa, en el que visitará Turquía y Líbano.
