Más de la mitad de los mexicanos llega a fin de mes con la cartera vacía y en espera de la anhelada quincena. Según el estudio Global State of the Consumer Tracker (GSCT), 54% de la población tiene su cuenta bancaria en ceros al final del periodo.
Las familias agotan sus recursos en alimentos, bebidas y tabaco (38% del total), vivienda, energía y mantenimiento del hogar (15%), transporte (20%) y educación (10%), según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024.
Sin embargo, en muchos casos, lo que ganan no les alcanza ni para cubrir sus cuentas por pagar del mes.
Ingresos insuficientes, inflación persistente, desempleo y mala planeación financiera son algunos factores que propician esta situación, de acuerdo con Mario Di Costanzo, expresidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Según el estudio GSCT que elabora Deloitte, en agosto de 2025, sólo 46% de la población nacional cumplió con sus compromisos financieros y le quedó dinero en el bolso.
No obstante, sólo a 8% de los mexicanos “siempre” le sobra capital al final del mes, mientras que a 30% de plano no le alcanza el dinero, según la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (Ensafi), que elaboran el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la Condusef.
De una muestra de 17 naciones que evalúa Deloitte, China mostró la cifra más favorable: 65% de sus habitantes llega a fin de mes con dinero, 19 puntos más que México.
La falta de dinero propicia que millones de hogares se vean en la necesidad de recortar su gasto, endeudarse o pellizcar sus ahorros para solventar sus cuentas, situación que se refleja en que dos de cada tres mexicanos experimenten algún nivel de estrés financiero, según la Ensafi.
Arturo Morales, profesor e investigador de la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM, comenta que esta condición no nace únicamente por el mal manejo de la economía personal, también puede ser causado por situaciones como el desempleo y la inestabilidad laboral en el país.
Según la Condusef, a falta de recursos para pagar las cuentas, los mexicanos llevan a cabo tres acciones:
1. Endeudarse. La primera es pedir prestado, al menos cuatro de cada 10 personas recurren al crédito informal con familiares o amistades para cubrir gastos.
2. Ajustar compras. El 68% de los encuestados dijo haber reducido sus gastos para que le alcanzara.
3. Usan sus ahorros. Finalmente, en tercer lugar, encontramos que, de cada 100 personas, 32 rompen el cochinito para afrontar sus compromisos financieros.
Para tener un mayor control del dinero y reducir el estrés financiero, Oscar Rosado, presidente de la Condusef, considera que uno de los principales retos de educación financiera es acercar a la población a temas básicos, como llevar un registro mínimo de sus ingresos y gastos en una hoja de papel o de Excel.
Actualmente, sólo 40% de la población adulta hace este ejercicio, y más de la mitad hace su presupuesto de forma mental presupuesto de forma mental. Esta situación propicia que 65% pierda el control de su dinero y que 43% haga compras no planeadas.
Si se ve por nivel de ingresos, la situación es claramente diferente en México. Sólo 31% del segmento poblacional de bajos recursos terminó agosto con dinero sobrante. En el nivel medio está esta condición sube a 36% y en el caso del decil más acaudalado se dispara a 52%, según el análisis de Deloitte.
La población de menores recursos registró un ingreso promedio trimestral de 16.795 pesos en 2024. En el segmento medio (decil V) fue de 54,308 pesos y en el alto (decil X), de 236,095 pesos, según la ENIGH.
Los que más ganan, casi 80 mil pesos al mes, no siempre tienen dinero de sobra al final del mes, lo cual puede tener su explicación en una mala administración financiera.
“La ausencia de un presupuesto es el obstáculo más común para el bienestar económico, ya que éste ayuda a rastrear todos tus gastos fijos, variables y hasta los innecesarios, los cuales se pueden recortar y generar dinero para empezar a invertir”, señala Josué Muñoz, asesor financiero.
Al ver por edad, 47% de los encuestados con entre 18 y 34 años sostuvo que terminó el mes con dinero en el bolsillo; 46% en el segmento de entre 35 y 54 años y sólo 43% en el caso de las personas de 55 años o más, donde está el grupo de los adultos mayores.
En el caso de las personas de menores ingresos y con 55 años o más, sólo 28% logró tener recursos en su cartera en agosto pasado.
Al respecto, Oscar Rosado comenta que las personas de la tercera edad (60 años o más) representan el punto más vulnerable de la educación financiera, porque pertenecieron a otra época, a otra generación, tienen problemas con el mundo digital y también porque algunos no tienen los ingresos suficientes que permitan sostener la calidad de vida que tenían antes.