Las fuertes lluvias registradas el fin de semana provocaron inundaciones en distintas zonas de la Ciudad de México y el Estado de México, principalmente en Iztapalapa y Nezahualcóyotl. De acuerdo con la presidenta Claudia Sheinbaum, las inundaciones no solo responden a precipitaciones extraordinarias, sino también a los hundimientos diferenciales que afectan cada año a la capital.

La primera mandataria explicó que esta condición estructural obliga a rehacer obras de drenaje de manera constante y advirtió que la extracción excesiva de agua subterránea acelera el hundimiento del suelo. En ese sentido, adelantó que su gobierno presentará un plan de acción que incluirá medidas de saneamiento de ríos y alternativas para disminuir la sobreexplotación de acuíferos.

El titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Efraín Morales, calificó la tormenta del sábado por la noche como “la más copiosa en décadas”, con un registro de 75 milímetros. La intensidad de la precipitación afectó colonias de Nezahualcóyotl, La Paz, Ecatepec, Tláhuac y Lerma.

Aunque en la mayoría de las zonas el agua ya fue desalojada, persisten problemas en colonias como Vicente Villada y Ampliación Vicente Villada. Morales señaló que la acumulación de basura y el deterioro de la infraestructura agravaron la emergencia, lo que obliga a acelerar obras de desagüe y mantenimiento del drenaje profundo.

Las inundaciones dejaron viviendas y comercios dañados en diversas alcaldías y municipios. Personal de emergencias, junto con maquinaria especializada, trabajó desde las primeras horas para reducir los niveles de agua. Paralelamente, se instaló un puesto de mando conjunto entre Conagua, el gobierno capitalino y autoridades municipales para coordinar labores de limpieza y desinfección en las áreas afectadas.

Si bien el gobierno federal y la Secretaría de Bienestar anunciaron censos y apoyos económicos para las familias damnificadas, la atención principal recae en las causas estructurales del problema. Expertos subrayan que mientras persistan los hundimientos y el rezago en infraestructura hidráulica, la capital seguirá enfrentando inundaciones graves en cada temporada de lluvias.