Turquía y la Organización de Naciones Unidas (ONU) lograron ayer un acuerdo con Rusia y Ucrania para abrir un “corredor” a través del cual exportar el grano que permanece bloqueado en Ucrania y en los puertos del mar Negro, refirió la agencia de noticias turca Anadolu, citada por el canal Euronews.
El presidente ruso, Vladimir Putin, por su parte, insistió en que el problema de distribución de alimentos se solucionará en cuanto Ucrania limpie sus puertos de minas y sostuvo: “Facilitaremos el tránsito pacífico y garantizaremos la seguridad de las llegadas a estos puertos, así como la entrada de barcos extranjeros y su circulación por el Mar de Azov y el Mar Negro, en cualquier dirección”, prometió Putin.
En tanto, los precios mundiales de los alimentos bajaron 0.6 por ciento en mayo, una leve disminución por segundo mes consecutivo, con excepción del trigo que continúa a la alza, reportó la Agencia de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Citando fuentes diplomáticas turcas, Anadolu afirmó que los esfuerzos podrían culminar con la firma de algún tipo de acuerdo en Estambul, que desde el inicio de la guerra ha mantenido un papel neutral entre Ucrania y Rusia, y promovido negociaciones.
Según el acuerdo anunciado ayer, se exportarían 20 millones de toneladas de grano bloqueados en Ucrania a los mercados mundiales. La Asociación Ucrania de Cereales espera enviar sólo la mitad del agroalimento que exportó la temporada anterior.
El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Jens Stoltenberg, tuvo ayer lo que llamó una “productiva” conversación con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan. Stoltenberg sostuvo que “Turquía es un aliado valioso para la alianza” y alentó a Ankara a impulsar “un acuerdo sobre seguridad alimentaria”, ante la crisis mundial por el grano.
Por su parte, el jefe de ayuda de la ONU, Martin Griffiths, “mantuvo conversaciones francas y constructivas” con representantes rusos en Moscú para facilitar las exportaciones de grano ucranio desde los puertos del Mar Negro.
“Hemos dicho claramente lo que podemos hacer y lo que no”, dijo ayer a Reuters el embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia. “Nosotros no pusimos minas en la zona costera, eso lo hicieron los ucranios. Si desminan la zona estamos dispuestos a facilitar el paso seguro de los barcos que transportan grano”.
Cuando se le preguntó si se podría llegar a una operación de seguridad para permitir el desminado, Nebenzia dijo que el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, tenía previsto discutir el asunto cuando visite Turquía la próxima semana.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, trata de negociar lo que él llama un “paquete de medidas” para reanudar tanto las exportaciones de productos ucranios como rusos, pero admite que un arreglo está aún lejano.
El vocero de la ONU, Stephane Dujarric, comentó: “Hay muchas piezas en movimiento en este rompecabezas. Hemos visto muchos comentarios positivos procedentes de varias capitales, lo que es alentador”.
La guerra en Ucrania ha provocado una crisis alimentaria mundial con un alza de los precios de los cereales, los aceites comestibles, los combustibles y los fertilizantes.
Rusia y Ucrania representan casi un tercio de la oferta mundial de trigo. Rusia es también un exportador de fertilizantes y Ucrania es potencia productora de maíz y aceite de girasol.
Putin culpó ayer a Occidente por las crisis alimentaria y de combustibles en el mundo, y reiteró que la solución depende de que Ucrania retire las minas de sus puertos.
Citado por la agencia rusa Itar Tass, Putin dijo que Rusia no está bloqueando los embarques de granos desde Ucrania, y que Occidente está usando a su país como chivo expiatorio por esos problemas.
Reiteró que si los puertos ucranios son desminados, Rusia no va a atacar los embarques de granos e insinuó que pudieran hacerse desde el puerto ucranio de Berdyansk u otros países, como Bielorrusia. Berdyansk está bajo ocupación rusa.
“No vamos a aprovecharnos de la situación de desminado para lanzar ataques marítimos”, aseveró.
El presidente de la Unión Africana, el mandatario senegalés Macky Sall, dijo ayer a Putin que los combates en Ucrania y las sanciones de Occidente han agravado la escasez de alimentos, y exhortó a otros países a asegurarse de que las exportaciones de cereales y fertilizantes rusos no sean bloqueadas.
“Es absolutamente necesario que ellos (los socios occidentales) contribuyan a facilitar la exportación de cereales ucranios, pero también que Rusia pueda exportar fertilizantes, alimentos, pero sobre todo cereales”, afirmó Sall a periodistas.
Al decir que las sanciones son un factor agravante, el senegalés está respaldando en parte las explicaciones de Putin. El presidente ruso parece intentar abrir una brecha en el apoyo internacional a las sanciones, y en el apoyo económico y militar a Ucrania, al subrayar que otros países están sufriendo más que Rusia, en inflación, escasez de bienes y con la carga de los refugiados ucranios.
Putin afirmó que la imposibilidad de Rusia de exportar fertilizantes también tendrá consecuencias serias: “Empeorará la situación en los mercados mundiales de fertilizantes, lo que indica que los cultivos serán mucho más modestos, y eso significa que los precios sólo subirán”, subrayó.