Por Víctor Barrera
El futuro económico cercano de México esta difícil y solo confirma que el sexenio del llamado cambio, le quedo grande la encomienda porque de acuerdo a las más recientes encuestas del Banco de México, nuestro país no podrá salir de la situación actual.
Mientras no exista una política pública clara para fortalecer los sectores productivos, México seguirá teniendo crecimientos rondando el 2 por ciento y altos índices de inflación.
El Banco de México, señaló que en la más reciente encuesta sus resultados solo confirman que los expertos coinciden en manifestar que el crecimiento de Producto interno Bruto (PIB), no tiene visos de poder crecer a niveles prometidos del 6 por ciento o quisiera de 4 por ciento en lo que resta del sexenio.
Esto implica que estamos frente a un sexenio perdido en materia de crecimiento económico, principalmente porque las decisiones de la presente administración no estuvieron encaminadas a establecer las bases de ese crecimiento, sino se enfilaron a mantener finanzas públicas que no aumentaran el déficit del país por mayor deuda.
A pesar de que la cantidad de presupuesto que se ha aplicado cada año se incrementa, la política de Austeridad y Ahorro aplicada por la presente administración solo ha dado resultados insuficientes.
México ha mantenido su fortaleza basada en la resilencia de los empresarios y trabajadores que han sacrificado algunos factores de confortabilidad para mantener sus fuentes de empleos e ingresos familiares.
De tal forma que los números son contundentes y el Banco de México estima, basado en la encuesta, que México solo crecerá 2.2 por ciento para este 2022 y 2.4 para el 2023.
En cuanto al nivel de inflación, el Banco Central informa que tampoco son prometedores, para este 2022 se estima que la inflación rondara el 6.8 por ciento, pero lo lamentable es no podremos bajar la inflación a niveles que se tenía en 2018 que fue de 3 por ciento, Así, esperan que el Índice Nacional de Precios al Consumidor para el 2023 apenas y logre 4.34 por diento y 3.7 por ciento para el 2024.
De esta manera, dentro de dos años que estemos en la víspera de las elecciones presidenciales, tendremos un crecimiento magro de 2 por ciento y un nivel de inflación cercano al 4 por ciento.
Pero para alcanzar estos niveles, seguramente, el Banco de México seguirá manteniendo una política monetaria basada en mantener elevadas tasas de interés que implica un costo del dinero más elevado y el poder de compra de los salarios habrá perdido una vez más la carrera contra la inflación.
Si no existe alguna política pública que provoque el crecimiento económico en lo que resta de este sexenio, habremos transitado por un sexenio totalmente perdido que deja una recuperación económica y salarial más allá de otros seis, tomando en cuenta de que exista una continuidad en la administración federal u otro partido político o coalición tome las riendas del país.