El presidente de Camerún, de 92 años, anunció el domingo que buscará su octavo mandato en las elecciones de octubre. El anuncio se produce tras especulaciones sobre la posible candidatura del anciano líder, lo que prepara el terreno para una contienda electoral.
Paul Biya, el segundo presidente más longevo de África después de Teodoro Obiang de Guinea Ecuatorial, se enferma con frecuencia y se encuentra en el extranjero. El año pasado, se extendió el rumor de su fallecimiento, lo que llevó al gobierno a desmentir públicamente los rumores. Biya, el segundo presidente de Camerún desde su independencia de Francia en 1960, ha estado en el poder desde 1982.
En su publicación en las redes sociales, Biya prometió que lo mejor está por venir y reiteró su determinación de gobernar: “Tengan la seguridad de que mi determinación de servirlos es acorde con los graves desafíos que enfrentamos”.
Los más de 40 años de gobierno de Biya han dejado una huella imborrable. Su gobierno se ha enfrentado a diversos desafíos, como acusaciones de corrupción y un movimiento secesionista en las provincias anglófonas de Camerún que ha obligado a miles de personas a abandonar la escuela y ha provocado enfrentamientos mortales con las fuerzas de seguridad.
El anuncio del presidente Biya de volver a presentarse como candidato es una clara señal del estancamiento de la transición política en Camerún. Tras más de 40 años en el poder, lo que el país necesita es renovación, no repetición. Los cameruneses merecen un cambio democrático y un liderazgo responsable, declaró Nkongho Felix Agbor, abogado y defensor de derechos humanos, a The Associated Press.
Camerún también ha tenido que hacer frente a la violencia derivada del grupo extremista islámico Boko Haram, con sede en la vecina Nigeria.
Recientemente, varios de los viejos aliados de Biya desertaron para anunciar sus propias candidaturas a la presidencia.
En 2018 obtuvo una cómoda victoria con más del 70% de los votos en unas elecciones plagadas de irregularidades y baja participación debido a la continua violencia separatista y yihadista.
En una región amenazada por la reducción del espacio democrático, varios otros países africanos también tienen presidentes acusados de utilizar mecanismos estatales para prolongar su permanencia en el poder. El presidente ugandés, Yoweri Museveni, buscó recientemente su nominación para un séptimo mandato, una medida que lo acercaría a cinco décadas en el poder en el país de África Oriental.