El cierre fronterizo decretado por Estados Unidos desde el pasado 11 de mayo ya generó un impacto económico considerable. Se han dejado de exportar alrededor de 650 mil cabezas de ganado, lo que representa una pérdida aproximada de 700 millones de dólares, de acuerdo con estimaciones del Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne). 

Durante una conferencia de prensa, el gerente de Estudios Económicos y Comerciales del organismo, Ernesto Salazar, explicó que la afectación ha sido severa debido a la interrupción en la venta de bovinos a Estados Unidos, principal destino de las exportaciones mexicanas. 

“Se han dejado de exportar alrededor de 650 mil cabezas, con un impacto por dejar de vender esos animales de alrededor de 700 millones de dólares”, declaró. 

El dato fue retomado también en el reciente Congreso Internacional de la Carne, organizado por la Asociación Mexicana de Productores de Ganado, donde se señaló que la situación exige una coordinación binacional más efectiva para evitar mayores pérdidas y restablecer el comercio en condiciones sanitarias seguras. 

Más tarde, desde Washington, la secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke Rollins, informó que, tras semanas de trabajo coordinado con las autoridades mexicanas, se ha decidido avanzar hacia una reapertura gradual de los puertos fronterizos. 

“No se ha observado un aumento significativo en los casos de gusano barrenador del ganado ni en su propagación hacia el norte durante ocho semanas”, destacó Rollins en un mensaje publicado en redes sociales. 

La funcionaria explicó que con apoyo del gobierno mexicano se resolvieron los problemas logísticos en torno a los vuelos necesarios para la liberación de moscas estériles desde la base del New World Screwworm (NWS), lo que ha permitido mantener las operaciones los siete días de la semana. 

A la fecha, se han dispersado más de 100 millones de moscas estériles semanalmente como parte de la estrategia de contención del gusano barrenador del ganado, una plaga que afecta gravemente al ganado bovino. 

“El progreso continuo ayudará a reabrir por completo los puertos”, añadió Rollins. 

De acuerdo con el cronograma oficial, las aperturas iniciarán en Douglas, Arizona el 7 de julio; seguirán en Columbus, Nuevo México el 14 de julio; Santa Teresa, Nuevo México el 21 de julio; Del Río, Texas el 18 de agosto y Laredo, Texas el 15 de septiembre.