Juzgadores electos vinculados con el Grupo Texcoco que gobierna el Estado de México detentarán, de forma rotativa, la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de la entidad (TSJEM) para el primer periodo surgido en las urnas, a partir de la asignación realizada este viernes por el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM).
Con el mayor porcentaje de votación, el presidente para los primeros dos años (2025-2027) será el magistrado civil por la región de Texcoco, Héctor Macedo García, candidato cercano al secretario general de Gobierno, Horacio Duarte.
En segundo lugar de la elección por la presidencia quedó Martha Alicia Flores Cordero, quien en su perfil se asume como “Mexiquense de Corazón”, nombre de la expresión morenista liderada por el senador con licencia Higinio Martínez; sin embargo, la ley obliga a que los ganadores en la contienda presidencial (a excepción de quien obtenga el mayor número de votos) también deban ganar la magistratura a la que se postularon de forma paralela, lo que en el caso no ocurrió.
Por tanto, ese espacio fue asignado a la segunda candidata mujer mejor posicionada: la magistrada Erika Icela Castillo Vega, impulsada por la misma corriente, quien presidirá el Poder Judicial estatal los siguientes dos años.
Después, el TSJEM será encabezado por Luis Fernando Camacho Lupercio, exasesor técnico de la Comisión de Puntos Constitucionales en el Congreso federal, quien fue postulado por el Poder Ejecutivo que encabeza Delfina Gómez y será magistrado penal por la región de Texcoco.
Para el cuarto periodo presidencial de dos años, la jurista local Juana Dávila Flores tampoco ganó la magistratura. Al no existir más mujeres en la competencia, por número de votos para la presidencia podría ser designado Pablo Espinosa Márquez, exconsejero de la Judicatura, también cobijado por Mexiquenses de Corazón, pero además cercano a la gobernadora en turno y bien visto por el secretario general de Gobierno, con quienes colaboró en el ayuntamiento de Texcoco.
En este último caso, las consejeras determinaron que su designación rompería el principio de paridad obligado por la ley, de manera que dejaron vacante ese espacio y serán los tribunales electorales los que definan a quién pertenece la última posición.