Por Víctor Barrera

El gobierno mexicano y por supuesto los mexicanos, deberos acostumbrarnos a vivir bajo el estado de ánimo con el cual amanezca el presidente de los Estados Unidos Donald Trump, aunque los mexicanos ya sufrimos durante seis años esta situación y por fortuna salimos a flote.

Entonces lo que debe hacer Claudia Sheinbaum, es trabajar en fortalecer las cadenas productivas del país, para fortalecer la producción y estar listo en dado caso que el mandatario norteamericano de ida aplicar aumento a los productos de nuestro país que entran al suyo.

Sheinbaum Pardo, debería ya estar trabajando sobre cómo hacer al sector agropecuario lleguen los insumos suficientes, para producir aún más con objetivo de no solo llegar a la autosuficiencia alimentaria sino también para que existan excedentes que mantengan los niveles de exportación en cifras altas y que las importaciones de alimentos bajen.

Para ello es necesario aplicarse en que los campesinos que se dedican a sembrar tengan fertilizantes y agua suficiente, que esta sea en su mayoría agua tratada y evitar gastar agua potable.

En cuanto al sector secundario, se debería estar trabajando en establecer medidas de fomento y fortalecimiento del mismo, para atraer inversiones suficientes que permitan a los industriales y al todo sector transformador mexicano aumentar no solo la producción sino la calidad de sus productos

También debería establecerse o reactivarse que enorme cantidad de alianzas, tratados e intercambio comercial que México ha firmado durante años con otras naciones o bloques comerciales, para establecer un acuerdo que beneficie a ambas partes y con ello seguir evitando depender de más del 80 por ciento de las exportaciones que México envía hacia Estados Unidos.

De esta manera, diversificando las exportaciones, ya no dependeríamos del estado de ánimo con el cual se levante Donald Trump, porque aseguraríamos las exportaciones lleguen a otras naciones.

En este punto, México deberá establecer esos acuerdos que mengüen el costo de las exportaciones, porque no es lo mismo enviar hacia Estados Unidos que al sur de América, a Europa o Asia. Para evitar que este intercambio sea un elementó que eleve el nivel de inflación en nuestro país, si se pretende enviar no solo los excedentes sino también los productos de consumo.

En este punto, el gobierno mexicano deberá trabajar para bajar de manera importante la inseguridad y establecer además algunos beneficios para los inversionistas que podrían dejar sus capitales en el México..

Recordemos que aun cuando han existido una gran cantidad de promesas de inversión, estas inversiones están condicionadas al ambiente social, político y jurídico que nuestro país ofrezca a los inversionistas, no solo extranjeros.

Es decir, el gobierno mexicano deberá ya estar trabajando en equilibrar sus finanzas públicas, para aumentar el grado de inversión de las calificadoras internacionales. También deberá evitar seguir con la destrucción del Poder Judicial, este a cargo de las modificaciones legales y constitucionales que realizan los legisladores de la mayoría oficialista y partidos políticos aliados a este gobierno. Evitar caer en crear sectores donde la participación estatal es mayoritaria pero insuficiente, como los es el energético y por supuesto evitar cerrar la participación de la inversión privada en este sector, que es primordial para el fortalecimiento económico y productivo del país.

De no hacerlo, el presupuesto del gobierno mexicano, que, aunque es muy elevado, seguirá siendo insuficiente para cubrir los costos de los programas sociales y fortalecer a los sectores productivos, esto llevara a recortes presupuestales que casi siempre caen en sectores fundamentales como lo es el campo, la salud y el desarrollo educativo y tecnológico.

Es momento de dejar de estar bajo la sombra de un país como Estados Unidos, sino el momento de crecer en todos los sentidos como país, para poder establecer un dialogo entre iguales con Donald Trump y evitar que su egolatría y sentimiento de superioridad mantenga al gobierno mexicano supeditado al animo que el cual cada día amanece.

Es cuestión de voluntad política para alcanzar una unidad nacional, establecer una estrategia de crecimiento y olvidarse de seguir repartiendo pobreza entre los mexicanos, para mejor repartir riqueza.