Por Víctor Barrera

Dentro de los varios planes que tiene este gobierno federal, esperamos que exista uno para combatir a los grupos criminales aquellos que hasta ahora la presidenta Claudia Sheinbaum se ha negado a reconocer como terroristas, pero que si inciden no solo en el problema de los altos niveles de inseguridad sino en muchos otros más como la falta de producción agrícola, que significa menos alimentos producidos en el país y por supuesto el incremento de los niveles de inflación, en la llamada subyacente, donde estos productos muestran un día si y el otro también cambios importantes en sus precios, algo que daña a la económica nacional.

El pasado 9 y ayer 10 de febrero, la presidenta se le vio muy alegre, acompañada por la Defensa Nacional, en el día de la lealtad y por la Marina en el siguiente día, porque, como es ya un protocolo, estas fuerzas armadas mostraron lealtad a quien ocupa el cargo del poder Ejecutivo.

Pero esta lealtad es efímera y solo dura, los seis años de quien ostenta el máximo cargo público dentro del país, poque su sucesor o sucesora será la comandante en jefe a quien le juraran lealtad.

Pero le tema más importante no es la lealtad, sino la necedad de que el gobierno federal insiste en no clasificar como terrorismo a estos grupos criminales y le hace una sugerencia al presidente Donald Trump que para combatir a estas organizaciones criminales en México primero debería empezar por los de su país.

Una respuesta muy envalentonada al estar rodeada de las fuerzas Armadas, pero creo que ninguno de los millones de mexicanos quisiéramos que estas organizaciones criminales sigan expandiendo su poder en el territorio nacional, porque, como lo apunte arriba, las consecuencias son negativas para todos.

Ante esto, seguiremos insistiendo, que el gobierno federal que encabeza Claudia Sheinbaum, no solo nos platique que existe una infinidad de planes para enfrentar las “ocurrencias” de Donald Trump, porque entonces estos planes son meramente ocurrencias de un gobierno que es incapaz de elaborar estrategias para proteger a su población y solo reacciona si alguien externo, en este caso Trump, amenaza con imponer aranceles a los productos mexicanos que entren a su país.

No podemos seguir con n gobierno que sigue argumentando que defiende la soberanía del país, mientras más del 70 por ciento de la población se siente insegura de habitar su comunidad, municipio o estado, porque vive en la incertidumbre de lo que puedan hacer esos grupos crimínales que ante la perdida de territorio o querer tener mayor territorio en su dominio, se enfrentan entre si, dejando a la población civil bajo el terror de caer por una bala perdida de esos enfrentamientos.

La presidenta, que insisto solo se muestra como encargada de despecho en esperar de a que transcurran seis años o el tiempo que le otorgue su mesías para ocupar este lugar, juro honrar y hacer valer las leyes que de nuestra Constitución Política emanan, pero cuando no lo hace, es parte de ese problema que se genera en el país.

Podrán decir que la economía está bien, pero apenas alcanzaremos a crecer 0.9 por ciento en este año, de acuerdo a analistas e investigadores financieros, También podrán resaltar que se crean millones de empleos, pero la realidad es que una gran parte de la población trabaja en el comercio informal, o que se ha incrementado el salario mínimo, como nunca se hizo, pero este se ve totalmente pulverizado ante los precios de los productos básicos de alimentación.

La realidad del país y de millones de mexicanos es muy distinta a la que le informan sus asesores y secretarios de estado a Claudia Sheinbaum. La pobreza sigue en aumento en la población y esto impide una movilización social, porque la clase media es cada vez más estrecha mientras que la de la pobreza o baja se amplía aún más. Esto implica que la calidad de vida social no mejora en varios factores como la salud, la educación, el desarrollo tecnológico y la capacidad de poder competir en el mercado laboral para inyectar mayor valor a lo que se produce.

Sin lugar a dudas, los problemas que mantiene México, no se crearon hace 6 o 12 años, pero las soluciones para estos no aparecen, aun cuando se promete con encontrar esas soluciones. No es con pablaras manifestando que se tiene una serie interminables de planes como se resuelven estos problemas, es actuar y demostrar un liderazgo que promueva la confianza para que todos los mexicanos podamos apoyarlo. Pero antes deberá terminar con la corrupción, la impunidad y la oligarquía que se ha incrementados desde hace seis años no es fácil, pero se necesita valor y voluntad política para realizar esa proeza, Eso si claudia Sheinbaum quiere pasar al a historia no solo como la primera presidenta o simplemente como la encargada de despacho.