Las secuelas que tuvo la pandemia de coronavirus en la economía no son transitorias y hasta ahora no las ha podido resolver por sí mismo el mercado. A ella se suman los conflictos geopolíticos que ya hacen ver que el aumento acelerado de precios seguirá “por un rato, todavía”, advirtió el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio.
“El mundo se empieza a complicar, hay pequeñas crisis alrededor del mundo que están generando una situación bastante retadora”, dijo el funcionario durante la Cátedra SHCP 2022, realizada con la Facultad de Economía de la UNAM y a la que acudió en representación del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.
El subsecretario reconoció que en un primer momento se pensó que las interrupciones en las cadenas de producción con los cierres por la pandemia y luego el aumento de precios por la escasez de mano de obra iban a ser transitorios. Al paso del tiempo no ha sido así y la situación se ha agravado con el conflicto en Ucrania que ha impulsado otro más los costos de la energía, los alimentos y ahora los fertilizantes.
El mercado no ha logrado ajustar esta situación y “la inflación ya no es considerada transitoria”, por lo que se requieren reformas por el lado de la producción, dijo Yorio frente a la comunidad universitaria. Agregó que la política monetaria, a cargo del Banco de México, se ha endurecido, pero se necesitan otros mecanismos para regular el aumento de precios, por el lado de la oferta.
“No queda claro cuántos incrementos más va a haber ” en la tasa de interés y no hay un tope como tal a ésta con el que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se sienta cómoda, reconoció. Sin embargo, existe el consenso entre el banco central y la dependencia federal de que las presiones inflacionarias no cederán en el corto plazo.
Yorio recordó que de marzo del año pasado a la fecha, el Banco de México elevó de 4 a 6.5 por ciento la tasa de política monetaria, pero en el mismo periodo los instrumentos de mercado se han cotizado, hace un año en 7.25 y ahora entre 9 y 9.25 por ciento.
A consulta de los asistentes, el subsecretario de Hacienda reconoció que “la tributación progresista es uno de los retos más importantes que tiene que enfrentar México hacia adelante”, incluidos los impuestos a la riqueza o el mínimo global a empresas.
Dijo que hay varias estructuras fiscales en México que pueden reducir la regresividad o aumentar la progresividad, sin tener un efecto en el presupuesto y sin perder el efecto recaudatorio; pero por ahora, dada la “situación actual, no se sabe si es el momento oportuno de incrementar la carga fiscal en una economía que necesita recuperarse”.
Si bien esbozó algunas ideas, como el dar reducciones de impuestos a la población de menores recursos, consideró que lo primero es reducir la evasión y la elusión y “probablemente en algún futuro, no sé si en esta administración, seguro se tendrán que pensar estructuras fiscales desde una parte más progresiva”.