Estados Unidos reconoció este martes al opositor Edmundo González Urrutia como «presidente electo» de Venezuela, meses después de que Nicolás Maduro fuera proclamado ganador de las elecciones entre acusaciones de fraude.

«El pueblo venezolano se pronunció rotundamente el 28 de julio» y convirtió «a Edmundo González presidente electo», afirmó el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, en la red social X.

Pocos días después de los comicios, el gobierno del presidente demócrata Joe Biden ya declaró que la oposición había conseguido el mayor número de votos, pero es la primera vez que lo llama «presidente electo».

Estados Unidos y buena parte de la comunidad internacional denuncian fraude electoral y piden la publicación de las actas, a lo que Caracas se niega.

La autoridad electoral venezolana proclamó al izquierdista Maduro para un tercer mandato de seis años (2025-2031) sin mostrar el detalle del escrutinio.

«La democracia exige respeto a la voluntad de los votantes», añade Blinken en el mensaje en X, publicado un día después de que ministros de Relaciones Exteriores abordaran la crisis poselectoral en el país caribeño, al margen de la cumbre del G-20 en Brasil.

Su homólogo venezolano, Yván Gil, lo calificó de «ridículo».

«‘Del único lugar que no se vuelve es del ridículo’ reza el dicho popular», reaccionó en Telegram.

En la misma red social, González Urrutia agradeció «profundamente el reconocimiento a la voluntad soberana de todos los venezolanos».

«Este gesto honra el deseo de cambio de nuestro pueblo y la gesta cívica que juntos protagonizamos el pasado 28 de julio», añadió el opositor, que se exilió en España en septiembre tras pasar un mes en la clandestinidad y ser objeto de una orden de captura en Venezuela.

Tanto él como la líder opositora María Corina Machado afirman tener pruebas que avalan su victoria: las actas electorales.

El Centro Carter, invitado para observar los comicios, presentó en octubre ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Washington las «actas originales» de las elecciones.

Los datos «demuestran que Edmundo González ganó más del 67% de los votos y Nicolás Maduro obtuvo el 31%», pero «la responsabilidad» de proclamarlo recae sobre la autoridad electoral, declaró Jennie K. Lincoln, asesora para América Latina y el Caribe del Centro Carter.

La cuestionada reelección de Maduro desencadenó protestas que se saldaron con 28 muertos, entre ellos dos militares, cerca de 200 heridos y unos 2.400 detenidos, de los cuales 225 han sido excarcelados.

No es la primera vez que Washington cuestiona la reelección de Maduro.

En 2018, durante el primer mandato del republicano Donald Trump, que volverá a la Casa Blanca en enero, Estados Unidos tampoco reconoció la reelección de Maduro por considerarla fraudulenta.

En aquel entonces Washington anunció que reconocía al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como mandatario interino del país.

Trump adoptó varias medidas de presión para intentar provocar la caída de Maduro, como una batería de sanciones, incluido un embargo al petróleo y al gas.

Pero Maduro no cayó y la propia oposición venezolana puso fin al gobierno provisional en enero de 2023.

El canciller venezolano comparó el anuncio de este martes con lo sucedido años atrás.

«Blinken, enemigo confeso de Venezuela, insiste en volver a hacerlo», estimó en referencia al reconocimiento de Guaidó.

Hasta ahora, el demócrata Biden apostó por una diplomacia del diálogo con Caracas aunque utilizando las sanciones como moneda de cambio.

Se desconoce qué va a pasar cuando Trump asuma el cargo el 20 de enero, pero la persona elegida como futuro jefe de la diplomacia, el senador de origen cubano Marco Rubio, ha criticado duramente al gobierno de Caracas en el pasado.