Por Víctor Barrera

Será la próxima semana cuando el Congreso de la Unión analice y apruebe la desaparición de los organismos autónomos, que fueron creados desde finales del sexenio pasado con el objetivo de ser los contrapesos del poder excesivo que tenía en aquel entonces el poder Ejecutivo.

Su objetivo principal fue el aclarar y pedir cuentas del uso de los recursos públicos, que son de todos los mexicanos y no exclusivos de una persona o grupo de personas.

Podemos decir que, del trabajo de estos organismos, se logró detener mucha de la corrupción prevaleciente, pero como es común en nuestro país, las leyes que se originan son incompletas dejan grandes lagunas para quien haya cometido el delito de peculado, pueda librarla

Esto nos mostro que más que desaparecer a estos organismos era necesario fortalecer sus operaciones para seguir cerrando la puerta a la corrupción. Pero a la llegada del a administración anterior que prometió acabar con la corrupción, esta se intensifico más y los organismos autónomos fueron detenidos en su accionar ante la falta de información que pedían al gobierno federal y que la respuesta común fue, que la información solicitada tenía carácter de confidencialidad por ser de seguridad nacional y no se podría entregar.

Esa administración que ocupo como bandera política el combate a la corrupción termino cubriéndola y ahora se espera dar el cerrojo final a esos organismos al desparecerlos y nuevamente entregar sus operaciones a las secretarias de estado.

Por lógica, se entiende que nadie podrá investigarse a si mismo y mucho menos sancionarse, y esto ocurrirá a partir de la desaparición de esos organismos autónomos.

Ahora el principal organismo para evitar la corrupción será la nueva secretaria Anticorrupción, que ser titular es Raquel Buenrostro, persona que su trayectoria dentro del sector público ha sido ocupar la Oficialía Mayor de Hacienda, puesto que entre sus funciones tuvo la compra de medicinas y oncológicos, pero esa función tuvo demasiada opacidad y la falta de medicamentos y en especial los llamados controlados no se realizó en su totalidad. El resultado de esto el fallecimiento de personas y muchos niños y niñas enfermas de cáncer.

Ahora como la encargada de la anticorrupción, y perteneciente al gobierno federal, la duda se incrementará sobre su actuar y esto incrementará la impunidad, otro de los problemas que ofreció resolver la 4T.

El caso de Segalmex, que ha­ sido el más señalado con una cantidad de 15 mil millones de pesos sin acreditar, o el caso de las empresas Pemex y CFE a las cuales se les inyecto durante el sexenio pasado una gran cantidad de recursos para sanar sus finanzas y aun no e la logrado el objetivo, serán cerrados, porque ante las reformas legales, la aplicación de una nueva nunca puede ser retroactiva.

Por tanto, quine pierde en estas modificaciones somos todos los mexicanos, que una ve más vemos como desaparecen los recursos públicos y se mantiene los problemas en el país.

Entonces la desaparición de los organismos autónomos por parte de la mayoría legislativa, compuesta por Morena y sus partidos aliados PT y PVEM, simplemente será para realizar “un borrón y cuenta nueva”, y los mexicanos nos conformáremos con perder esos recursos, por seguir llorando a quienes lamentablemente fallecieron como consecuencia de actos de corrupción de la pasada administración y solo nos quedará preguntar, ¿Por qué declaraban que no eran iguales a los anteriores? La respuesta la tiene usted estimado lector