Por Víctor Barrera 

México no puede construirse con un proyecto que se basa más en destruir, por venganza, todo lo que se fue creando en el país y que tuvo el objetivo de mejorar la calidad de vida de los mexicanos 

Esto lo resalto, porque la mayoría del poder Legislativo, que representa Morena y sus partidos aliados PT y PVEM, están como chivos en cristalera, rompiendo todo a su paso sin oponerse analizar la profundidad de los daños que tendremos que pagar todos los mexicanos en años posteriores. 

Esto demuestra que una parte importante de estos legisladores, fueron seleccionados, solo para obtener más votos y no un razonamiento y por ello más que leer cada uno de los dictámenes que se presentan a discusión, solo esperan la orden del coordinador para levantar la mano y aplaudir lo que quizás no entiendan que acaban de aprobar. 

Eso sí, todas sus acciones siguen siendo motivo para gritar loas a su líder moral, aunque este ya no sea el titular del Poder Ejecutivo, algo que sitúa a la nueva presidenta en un segundo lugar dentro de un proyecto que, repito ha sido creado para destruir todo. 

Se han aprobado algunas de las incitativas presentadas por su líder moral de manera tan rápida que solo bastó un mes para ello, cuando en tiempos comunes estos dictámenes suelen ser procesados entre tres y cuatro meses 

Se aprobaron y se aprobaran reformas constitucionales y modificaciones legales sin analizar el costo económico que esto representa. Porque la mayoría de estos legisladores no tienen idea de que cada costo que se aumente, sea por modificaciones legales o por programas sociales, representa un recorte presupuestal para los sectores productivos, aquellos que podrían generar riqueza y que podrían obtener esos recursos para solventar los programas sociales o las ocurrencias  

Las reformas constitucionales y legales que se realicen deben ser siempre pensadas a favor de la población y no un proyecto ideológico, a crear las condiciones suficientes para atraer inversiones que a su vez traigan desarrollo científico y tecnológico para elevar la capacidad técnica y profesional de los mexicanos. 

Además, para que el estado cuente con los recursos suficientes para mejorar la calidad de los servicios que está obligado a otorgar. 

Los legisladores deben exigir al Poder Ejecutivo, presente sus políticas públicas con objetivos claros para conseguir en corto y mediano plazo. 

México necesita recobrar la paz social y esta deberá estar basada en el respeto a los derechos humanos fundamentales y que la policía pueda responder de manera inmediata en caso de cualquier acto delictivo, pero lo mejor es que no existiera ni uno de esos actos. 

No necesitamos una guardia Nacional militarizada, porque entonces en caso de una violación a las leyes de estos cuerpos policiacos, su sanción no sabremos si será por la vía civil o la militar. 

México necesita un Poder Judicial más fuerte y no supeditado a otro poder, porque entonces no habría la posibilidad de defenderse ante un agravio del poder Ejecutivo, como ya lo demuestra la derogación de la ley de amparo, ante las decisiones del Ejecutivo. 

Igualmente se requiere de un poder Legislativo fuerte y autónomo, que no sea comparsa de otro poder, o de lo contrario las leyes se establecerán bajo el principio de apoyar una ideología. 

México requiere de una estadista que mire en una promoción de las riquezas del país para atraer inversiones y no cerrarse bajo el pretexto de la soberanía. 

Estamos en el inicio de una nueva administración y ojalá esta pueda realizar los cambios necesarios para no ir hacia atrás.