Por Víctor Barrera
La mayoría de los mexicanos entendemos que quien ganó los comicios de este 2024 fue Claudia Sheinbaum y por ello otorgamos el voto de confianza para que, a partir de 1 de octubre, inicie una nueva administración que este pensada en cómo llevar a buen puerto a nuestro país.
También entendemos que aun cuando se manifieste que México está fortalecido y que el nearshoring será uno de los elementos que permitirá a México obtener inversiones nuevas para generar no solo empleos sino mejores condiciones para los trabajadores y con ello impulsar el mercado interno, motor principal de cualquier nación.
También entendemos que las condiciones de confianza hacia México no son las óptimas, por lo que se debe trabajar esto como prioridad de la siguiente administración
Por tanto, ya se debe estar creando un trabajo en materia de planeación y control presupuestal, que serán claves en la definición del presupuesto de 2025, que permita iniciar algunos de los proyectos de infraestructura que presento la presidenta electa
Esto significa que se deberán establecerse recursos para iniciar los trabajos de infraestructura que ha presentado la presidenta electa. Pero los recursos públicos son insuficientes por ello será necesario abrir las oportunidades a las inversiones privadas, pero bajo un marco de confianza
El marco de confianza está basado en dos columnas, la seguridad jurídica y publica que perciban los inversionistas y por supuesto los resultados económicos que deje la presente administración
Si lo analizamos estos rubros, en materia de seguridad, no es la que permita a los inversionistas poner sus recursos en el país, porque se vive en el país un incremento de la violencia. Entonces la prioridad es establecer un ambiente de paz y confianza.
En cuanto a la situación económica y financiera del país, será a finales de este mes cuando se conozcan los datos exactos del cierre sexenal de la relación de deuda pública con el Producto Interno Bruto. Esto podría ubicarse alrededor del 47.5 por ciento, cifra aun manejable pero muy elevada
Respecto a las finanzas públicas, estas se darán a conocer a finales del mes de octubre y aun cuando exista un efecto favorable en relación a las tasas de interés que se deberá pagar por la deuda pública pero el déficit fiscal estaría alrededor del 5.2 por ciento, otra cifra elevada para el tamaño presupuestal del país.
Esto significa que la nueva administración entrara con una situación fiscal, que deberá manejarse con prudencia para evitar que, en el corto plazo, México caiga en una crisis económica que ya habíamos dejado de padecer desde el inicio de este siglo.