Este martes 17 de septiembre, durante la conferencia ‘mañanera’, el almirante Rafael Ojeda, titular de la Secretaría de Marina (Semar), habló sobre la situación de los taxis de plataforma en aeropuertos y los esfuerzos por encontrar una solución que satisfaga a todas las partes involucradas.
La problemática se ha agudizado luego de que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) suspendió el proyecto de reforma que regularía la operación de aplicaciones de movilidad como Uber y DiDi, en aeropuertos tras presiones de taxistas.
El proyecto buscaba permitir que las plataformas de transporte bajo demanda recogieran a pasajeros en zonas federales, lo cual fue rechazado por los taxistas tradicionales.
Ojeda mencionó que se han mantenido reuniones entre el personal de los aeropuertos, taxistas concesionados, y funcionarios de las secretarías de Comunicaciones y Transportes, y Gobernación para buscar un “acuerdo intermedio” en relación con la operación de Uber, Didi y otras plataformas de transporte.
“Sabemos de la situación y estamos buscando un término medio para ver qué solución se puede dar porque no es un problema exclusivo de la Ciudad de México”, afirmó.
La Semar, que ahora tiene a su cargo varios aeropuertos del país como parte de un grupo aeroportuario, está involucrada en la búsqueda de esta solución debido a su nueva responsabilidad en la administración de dichas instalaciones, incluido el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Por decreto presidencial, la administración de aeropuertos como el AICM ha quedado bajo la tutela de la Semar. Esto ha llevado a una decisión reciente de prohibir a los conductores de plataformas como Uber y Didi recoger pasajeros dentro de la zona federal del aeropuerto, medida que responde a las quejas de los taxistas concesionarios, quienes cumplen con requisitos específicos y pagan cuotas para operar en esas instalaciones.
El AICM, aunque durante años había permitido la operación de estos taxis de aplicación, ha decidido ahora hacer cumplir la reglamentación vigente, lo que ha generado tensiones entre los taxistas tradicionales y los conductores de plataformas digitales.
A pesar de la prohibición, Uber asegura que sus conductores cuentan con un amparo con sentencia definitiva que les permite operar desde y hacia los aeropuertos sin necesidad de permisos, autorizaciones o concesiones.
Este argumento ha sido clave en la defensa de su operación en estas zonas, aunque el conflicto con los taxistas concesionados y la autoridad persiste.
Mientras tanto, el gobierno había intentado impulsar un proyecto de decreto que regulara las actividades de estos conductores en aeropuertos y puertos, pero la presión de los taxistas tradicionales llevó a la cancelación