En enfrentamientos con la policía antidisturbios israelí en el recinto de la mezquita de Al-Aqsa de Jerusalén, al menos 152 ciudadanos palestinos resultaron heridos informó la Media Luna Roja palestina, cuando se cumplen dos semanas del mes sagrado musulmán del Ramadán.
Las fuerzas de seguridad israelíes han estado en alerta máxima tras una serie de mortíferos ataques callejeros en todo el país durante las dos últimas semanas, mientras los enfrentamientos en el recinto sagrado de Jerusalén conllevan el riesgo de que se desencadene de nuevo un conflicto más amplio entre israelíes y palestinos.
El complejo de Al-Aqsa, situado en la meseta de la Ciudad Vieja y conocido por los musulmanes como al-Haram al-Sharif, o el Noble Santuario, y por los judíos como el Monte del Templo, es el lugar más delicado del conflicto, que dura ya varias generaciones.
En un comunicado, la policía israelí dijo que cientos de palestinos lanzaron petardos y piedras contra sus fuerzas y hacia la cercana zona de oración judía del Muro de las Lamentaciones en la Ciudad Vieja de Jerusalén tras las oraciones matutinas del Ramadán.
La policía entró en el recinto de Al-Aqsa para “dispersar y hacer retroceder (a la multitud) y permitir que el resto de los fieles abandonaran el lugar con seguridad”, dijo, y añadió que tres agentes resultaron heridos en los enfrentamientos.
Los heridos palestinos fueron principalmente por balas de goma, golpes y granadas aturdidoras, según la Media Luna Roja palestina.
La policía detuvo a cientos de palestinos, dijo en un tuit un portavoz del primer ministro israelí, Naftali Bennett.
“Estamos trabajando para restaurar la calma, en el Monte del Templo y en todo Israel. Junto a eso, nos estamos preparando para cualquier escenario y las fuerzas de seguridad están listas para cualquier tarea”, dijo Bennett.
El ministerio de Asuntos Exteriores palestino, refiriéndose a la violencia en Al-Aqsa, dijo que “responsabiliza plena y directamente a Israel de este crimen y sus consecuencias”.
“Es necesaria la intervención inmediata de la comunidad internacional para detener la agresión israelí contra la mezquita de Al-Aqsa y evitar que las cosas se salgan de control”, dijo Nabil Abu Rudeineh, portavoz del presidente palestino Mahmud Abbas, que gobierna las zonas autogobernadas de Cisjordania ocupadas por Israel.
Hamás, el grupo islamista palestino que controla la Franja de Gaza, dijo que Israel “es responsable de las consecuencias”.
Las tensiones de este año han aumentado en parte por la coincidencia del Ramadán con la celebración judía de Pésaj.