Una jornada excepcional se vivió ayer en la Facultad de Filosofía y Letras (FFL), donde la comunidad estudiantil conmemoró dos aniversarios: el centenario de este centro educativo, adscrito a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y los 50 años luctuosos de la escritora Rosario Castellanos, cuyas palabras y pensamientos siguen resonando en la cultura y literatura mexicana.
Al mediodía, cientos de jóvenes acudieron al aula magna para ver la proyección de Los adioses (2018), película dirigida por Natalia Beristáin, que narra la vida de Castellanos desde su juventud hasta su consagración como una de las más importantes escritoras nacionales, así como su turbulenta relación amorosa con el filósofo Ricardo Guerra.
El momento culminante llegó con la presencia de la actriz Karina Gidi (protagonista de la cinta), quien ofreció una charla al finalizar la transmisión.
A manera de introducción, Mary Frances Rodríguez Van Gort, directora de la facultad, rememoró la relación de Castellanos con la institución y anunció la redición del libro Cartas a Ricardo, obra personal de la autora, que estará disponible a partir del 26 de agosto.
Rosario fue alumna, profesora y egresada nuestra. Algunas de las escenas de esta película fueron filmadas en la facultad y la biblioteca, comentó Rodríguez Van Gort.
Durante la función, los estudiantes se mostraron serios y respetuosos, sumergidos en la narrativa íntima y poderosa de la cinta. Sin embargo, al término de la función, la atmósfera cambió drásticamente. Con su carisma y profundidad, la actriz logró convertir el aula en espacio de aprendizaje y emoción, mientras los aplausos y vítores reflejaban la admiración de los espectadores.
En charla con la poeta e investigadora Eva Castañeda, Karina Gidi (Xalapa, 1972) compartió sus experiencias y reflexiones al interpretar a Rosario Castellanos (1925-1974) en Los adioses.
Cuando Natalia nos invitó a Daniel Giménez Cacho y a mí a interpretar a Ricardo y Rosario, por supuesto dijimos que sí, aun antes de que existiera el guion. La combinación de trabajar con un talentoso elenco y con la dirección de Beristáin fue suficiente para embarcarme en este proyecto que requería un alto grado de compromiso y sensibilidad.
Gidi se enfrentó a un desafío particular: capturar la esencia de una figura tan venerada como Castellanos, sin reducirla a simple icono. Me tomó días convencerme y entender que lo importante era pensarla como una persona de carne y hueso, añadió.
Tuve que hallar un balance entre respeto y autenticidad, evitando caer en la imitación o el enfoque documental, y de transgredir la figura de mármol, al póster, y al nombre usado en las escuelas, librerías, avenidas o foros artísticos.
Los estudiantes aprovecharon para preguntar a Gidi sobre su interpretación y, en particular, sobre la visión de la maternidad que la escritora plasmó en sus obras, pues la autora de Trayectoria del polvo (1948), la describe como una hazaña, pero también expresa cierto rechazo debido a cómo la experiencia ocupó su cuerpo.
Madre de dos hijas, Karina Gidi respondió: “Para Chayo, ser mamá fue una bendición gigantesca, así como lo es para mí. La maternidad me ha hecho mejor persona, pero en medio del rodaje pensaba mucho en mis hijas y en la manera de protegerlas de las injusticias y la violencia de género que persisten. Quiero blindarlas de las personas que quieran romperles la máquina de escribir como hicieron con ella.
El legado de Rosario es inconmensurable. Su voz sigue siendo esencial para la lucha feminista y para la reflexión sobre nuestra sociedad. Su vida y obra nos invitan a cuestionar, a aprender y a seguir luchando por un mundo más justo e igualitario. Interpretarla fue un honor y una responsabilidad que me marcó profundamente.
La proyección de Los adioses formó parte del congreso internacional El espacio de las humanidades: Diálogos en la construcción inter y transdisciplinar de nuevos abordajes para el fortalecimiento y presencia de la FFL en las problemáticas de México, que concluye hoy con cuatro actividades, entre ellas una conferencia magistral presidida por la escritora y lingüista Yásnaya Aguilar a las 10 horas en el aula magna.
Horas antes de la función de cine, el investigador Javier Muñoz-Basols ofreció la charla El sesgo lingüístico digital en la inteligencia artificial en español, en la que propuso que profesores y alumnos deberían emplear esta herramienta tecnológica para el aprendizaje y no sólo para el entretenimiento.