La producción y exportación de petróleo de Venezuela funcionaban con normalidad el viernes tras una disputada elección presidencial que ha provocado protestas y reacciones internacionales, pero los mercados están alerta a que persisten retrasos en los despachos acumulados desde inicios de este año, dijeron fuentes a Reuters.
Debido al proceso electoral, que típicamente requiere la movilización de militares, la petrolera estatal PDVSA instruyó la semana pasada a las empresas mixtas y a sus propias áreas operativas que trabajaran con personal reducido y un mayor nivel de seguridad, señalaron esas mismas fuentes.
La orden se ha relajado en los últimos días y la mayoría de los ejecutivos y el personal de PDVSA están trabajando en turnos regulares. Los niveles de producción de petróleo, que en junio promediaron 922,000 barriles por día según cifras oficiales aún no han disminuido, según reportes.
Sin embargo, las exportaciones de petróleo y combustibles continúan acumulando retrasos relacionados con la lentitud de los despachos desde la principal terminal del país, Jose, y la necesidad de recurrir a cargas de barco a barco para algunos productos, que generalmente demoran más, dijeron las fuentes.
El año pasado, el gobierno de Estados Unidos otorgó una amplia licencia a la industria petrolera que le permitió a PDVSA exportar libremente a sus mercados elegidos, lo que desencadenó una mayor demanda de crudo venezolano.
Dado que la producción del país miembro de la Opep no aumentó en la misma proporción, a principios de este año PDVSA comenzó a acumular retrasos para entregar cargamentos negociados con clientes existentes y nuevos.
Los retrasos, que alcanzan los 60 días en algunos casos, han afectado particularmente a importadores de crudo venezolano en Asia.
Entre las empresas que reciben petróleo de Venezuela bajo licencias estadounidenses específicas, incluidas las de ese país, Chevron y la española Repsol, los retrasos no han sido tan extensos, según los registros de exportaciones de Pdvsa, que no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Funcionarios estadounidenses dijeron esta semana que las licencias individuales otorgadas a empresas energéticas que operan en Venezuela no serían alteradas ni retiradas en este momento aún en el medio de la planificación de acciones por parte de Washington, incluyendo la posibilidad de nuevas y más fuertes sanciones al país. De hecho, a nivel internacional hay alerta por esas posibles movidas.
Estados Unidos y otras naciones están “perdiendo la paciencia” con Venezuela por la publicación de datos electorales detallados, han señalado funcionarios de la administración Joe Biden, mientras crece la presión sobre las autoridades en Caracas para que demuestren la victoria reclamada por Nicolás Maduro.
“Quiero señalar que nuestra paciencia y la de la comunidad internacional se está agotando”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby.