Por Víctor Barrera
En los números, preliminares, que se ofrecen del resultado de la revocación de mandato se da cuenta que Andrés Manuel López Obrador no alcanzó el número de votos que se necesitan para que estos resultados fueran vinculantes, pero lo que más debe destacarse es que el “pueblo sabio”, nuevamente actuó y decidió no salir a votar, porque están convencidos que al término del mandato de López Obrador debe de irse.
Esto lo debe entender el político tabasqueño y ponerse a trabajar para tratar de nivelar nuevamente al país. Aplicar estrategias políticas económicas públicas que inviten a los inversionistas a mantener sus capitales en México, bajo reglas sumamente claras y delimitadas, para que se puedan crear los empleos necesarios y bien remunerados que se necesitan y atender no solo a la población que año tras año egresa de las universidades, sino también para recomponer las cadenas productivas, que, de alguna manera, se han visto quebrantadas.
México esta aun a tiempo de recomponer el camino para buscar el crecimiento económico que nos lleve a todos a alcanzar una mejor calidad de vida.
López Obrador debe dejar de lado su política de división, que hace mucho daño, y buscar nuevamente la unidad de todos que nos permita enfrentar y salir de la crisis económica donde nos encontramos. Debe dejar de echar la culpa a otros de su falta de resultados, debe asumir su posición de estadista de un país y no líder de un movimiento, debe entender que lleva tres años como titular del poder Ejecutivo y que es momento de dar resultados positivos.
Debe empezar a manejar al país bajo estructuras reales y prácticas y no bajo ideologías que solo lo han llevado a realizar “ocurrencias” que han salido mucho más caras que aplicar una estrategia bien planeada.
Debe entender que para realizar un cambio se necesita de toda la gente y que esta gente necesita ver resultados positivos, no se trata de repartir dinero para comprar voluntades, se trata de repartir riqueza cuando esta se crea. Debe entender que la confianza con que llego a la presidencia la ha malgastado y que su ansia de verse aclamado por la gente ha podido más que establecer una estrategia a favor de esa gente, porque ahora hay más pobreza que la que existía cuando asumió el cargo como titular del poder Ejecutivo.
Un país no se puede gobernar con ilegalidades, con el objetivo de tener un pretexto para intentar cambiar lo que da resultados positivos.
Andrés Manuel se encuentra próximo a iniciar su último tercio de sexenio y debe comprender que su actuar solo ha borrado la ilusión de tener un estadista capaz de resolver los problemas que durante años ha mantenido el país.
López Obrador debe entender que la corrupción no se combate con más corrupción, la impunidad no se erradica volteando la cara y dejando que la justicia se maneje de manera ilegal, la pobreza se combate creando riqueza no repartiéndola.
Deseamos que a partir de hoy cambie su actitud y permita que México y sus pobladores regresen a la tranquilidad, sin divisiones.