Por Víctor Barrera
Por el día, 28 de diciembre “día de los inocentes”, en que se dieron a conocer los nuevos objetivos en la administración de Andrés Manuel López Obrador y la forma en la cual fueron presentados, solo nos lleva a pensar que ha sido una broma y que en los próximos días saldrán a decir, “inocentes palomitas que se dejaron engañar”.
Ayer tanto la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle García, como el director General de PEMEX, Octavio Romero Oropeza, informaron que estos objetivos son alcanzar la autosuficiencia energética del país, por lo que se realizaran por lo menos 10 tareas al interior de PEMEX para hacer esto posible.
El principal objetivo es que el Sistema Nacional de Refinación logre atender de manera completa el mercado interno, esto a través del crecimiento en la extracción de petróleo y con ello cubrir las necesidades de las refinerías mexicanas, contando Deer Park en Estados Unidos, para generar las gasolinas y diésel suficientes para abastecer el mercado interno y evitar la importación de estos productos.
Este plan creado por el gobierno mexicano plantea que el 2022 será el último año que México dejará de exportar petróleo, para concentrarlo en abastecer a las refinerías mexicanas
Esto significa seguir subiendo la capacidad de exploración y sustracción de petróleo para cubrir las necesidades internas, pero se dejará de lado los recursos financieros que se obtiene por la venta de petróleo crudo y que deberán irse cubriendo con algunos otros esquemas financieros.
Lo anterior porque debemos señalar que alrededor del 15 por ciento del gasto público que se realiza esta respaldado por estos ingresos petroleros el resto se utiliza para gasto corriente de la empresa y el pago de deuda, por lo que ahora deberemos conocer esta estrategia o estrategias financieras para evitar que “se tape unhoyo y se destape otro”.
Debemos recordar también que el aval para hacer frente a los adeudos de PEMEX, es el gobierno federal y si se disminuyen los ingresos por venta de petróleo, que mecanismos pondrá en marcha el gobierno para poder cubrir estos recursos.
La única forma es con un crecimiento económico del país, lo cual no ha sucedido y esto podría lograrse a partir del 2024, pero esta estrategia petrolera cambia todo el panorama que se había planteado.
La otra forma es a través de una reforma fiscal, que significa revisión de tasas impositivas, creación de nuevos impuestos o un trabajo importante en la recaudación de los mismos.
Pero también existe otro problema, si PEMEX estará más dedicado a la refinación de petróleo, se requerirá de mayores recursos para modernizar a las refinerías, lo que implicaría que se mantendrían gastos altos en la empresa y el gobierno mexicano deberá seguir aportando recursos, por lo que se disminuirán los recursos para hacer frente a los pagos de deuda y con ello la empresa podría perder su grado de calificación crediticia.
Octavio Romero señaló que, para la segunda mitad de la administración, PEMEX requerirá 1 billón 116 mil millones de pesos para poder financiar las 10 tareas de operación e inversión que necesita la empresa.
Especificó que durante 2022 se necesitarán 388 mil 630 millones de pesos, en 2023, 372 mil 326 millones de pesos; y en 2024 se requerirán 355 mil 46 millones de pesos.
En realidad, todo esto sonó como una buena broma del día de los inocentes