Manish Chikara, portavoz de la policía del distrito, señaló que el número exacto de víctimas aún no se ha determinado, pero estimó que alrededor de 60 personas resultaron heridas y advirtió que la cifra podría aumentar.

Imágenes no verificadas en redes sociales mostraban cuerpos amontonados frente a un hospital local.

El jefe de gobierno del estado, Yogi Adityanath, ordenó una investigación sobre el incidente y dio instrucciones para que las operaciones de socorro y rescate se realicen de manera urgente, además de garantizar el tratamiento adecuado para los heridos.

Ram Mohan Tiwari, alto funcionario de los servicios médicos, declaró a la prensa que muchos heridos han sido ingresados en hospitales, atribuyendo la causa principal del incidente a la estampida durante el evento religioso.

La multitud se había congregado para rendir homenaje a la deidad hindú Shiva. Este tipo de accidentes fatales son comunes en las grandes celebraciones religiosas en India. En 2016, al menos 112 personas fallecieron debido a una explosión provocada por fuegos artificiales en un templo durante el año nuevo hindú en el estado de Kerala.