Por Víctor Barrera

Esta semana es crucial  para saber que tanto será independiente el nuevo régimen, que empieza el próximo 1 de septiembre, de este que termina el último día del mes de octubre.

Primero porque este día se espera se entregue el resultado de la “encuesta popular” que realizo este fin  de semana, Morena  para conocer la opinión de la población mexicana en  torno a la reforma al poder Judicial que esta en puerta.

Y la segunda  información es, quienes integraran  el gabinete legal y ampliado de Claudia Sheinbaum. Ambas informaciones  llevan una relación muy estrecha, lo que permitirá saber que tan independiente será el nuevo régimen.

Lo que se sabe es que tanto el inquilino de Palacio Nacional y Sheinbaum están por que se realice la reforma al poder Judicial, algo que de entrada nos muestra el sometimiento de Sheinbaum a su mentor político, el tabasqueño.

Obvio parece entonces el resultado, por lo que la charada de la encuesta será una más de las que el tabasqueño ha realizado a lo largo de su sexenio y que lamentablemente podrían seguir en los próximos seis años.

Es cierto que una “mayoría” de la población mexicana eligió por la continuidad, pero  no significa que el nuevo régimen se subyugue al anterior, si no que aplique una estrategia propia que   nos lleve a alcanzar los crecimientos económicos que México puede obtener, por encima del 5 por ciento y con ello, mejorar la calidad de vida de los mexicanos.

También es un hecho que la mayoría legislativa en el Congreso de la Unión, le deben el puesto al tabasqueño y que  estarán más pendientes de las  “ocurrencias” del de Macuspana, para hacerlas realidad que  en resolver los problemas que persisten en el país.

Entonces  es casi seguro que se realizará esta reforma política para elegir por voto popular a los magistrados y no por la experiencia, profesionalismo probidad y capacidad que tengan para asumir ese cargo.

De llevarse a cabo, entonces  abriremos la puerta para que los magistrados estén sometidos a los otros dos poderes, principalmente al Ejecutivo  y de no hacerlo podrían perder ese privilegio de ser parte del poder judicial.

Esto los convertiría en ser únicamente el “brazo ejecutor”  de los designios y caprichos de un solo poder. Algo que  seria un elemento negativo para atrever inversiones privadas que coadyuven al desarrollo económico del país.

Sin embargo, existe una ligera llama de esperanza, esa palabra que ya también fue arrebatada por Morena a los mexicanos, y esta es que los legisladores entrantes, en verdad trabajen para el objetivo en común que es México y su población y no se conviertan en simples levanta manos, como lo vimos en estos últimos seis años, de las ocurrencias de una sola persona.

Pero que también Sheinbaum  establezca un gabinete totalmente independiente del tabasqueño, para que sea ella quien asuma la responsabilidad directa de sus actos y no simplemente pase a la historia como una marioneta  de un poder detrás de ella.