Por Víctor Barrera

La honestidad, es  hablar y actuar con sinceridad, es no mentir, engañar, robar o hacer trampas. Implica mostrar respeto hacia los demás y tener integridad y conciencia de sí mismo.

Este es el concepto más claro de esa palabra que utilizaron a lo largo de las campañas políticas los candidatos de la coalición “Juntos Haremos Historia”

Sin embargo, solo se mostró como una palabra en las pancartas, en los pendones,  en los discursos, porque  de cumplir con honestidad, muchos de ellos hubieran hecho un análisis  de la situación que estamos bajo el régimen que tomo como “slogan” esa palabra y  verían que es la falta de honestidad lo que a marcado al presente sexenio

Hoy concluyen las campañas políticas y los ciudadanos  mexicanos tendremos hasta el 2 de junio para definir  a quien le otorgaremos el voto, en cada uno de los puestos públicos de elección popular que están en juego y que  marcan el presente y futuro cercano del destino del país y los mexicanos.

Por ello, este derecho y obligación que tenemos debe valorarse  en su dimensión que no solo es un “mero” tramite, sino decidir a quien le otorgaremos la obligación de llevar la administración federal.

Por eso, me atrevo a mencionar que es responsabilidad del ciudadano pensar  y analizar el sentido de su voto y para ello deberá hacerse preguntas tan sencillas como

 ¿Votaría por alguien que gasto mucho dinero público en  su campaña política para inundar de lonas, pancartas, pendones, espectaculares,  spot de radio y televisión? Todo esto  con el objetivo de alcanzar el voto del ciudadano a pesar de no ofrecer los resultados que promete cada campaña. Esto mientras  millones de familia a penas tienen el dinero suficiente para cubrir lo indispensable, y algunas ni siquiera cuenta con ello.

¿Votaría por alguien que se dice honesto y no muestra respeto por la gente, porque le miente, sabiendo que no cumplirá con muchas de las promesas que ofrece para alcanzar el puesto público que desea?

¿Votaría por  quien asegura mostrar  empatía con  el dolor de la gente y durante su labor como servidor o servidora pública demostró lo contrario?

¿Votaría por alguien que ha demostrado que se ha servido de la gente y no ha servido a la gente? Y aun lo presume al mostrar una gran cantidad de bienes que no pueden  explicar  la forma como las obtuvo, esto aun cuando tiene mas de 25 años en el servicio público.

¿Votaría por alguien que esta mas alineado a una ideología política que aun razonamiento  para poder ofrecer mejores resultados que los que hasta ahora se han presentado?

¿Votaría por alguien que para alcanzar el puesto público anhelado, infunde el temor a la gente de perder cualquier beneficio, de no votar a su favor?

Estas son algunas de las cuestiones  que deberá hacerse  cada ciudadano antes de emitir su voto y después de tener las respuestas, que desde su punto de vista son las  correctas, salir a votar.

El próximo domingo tenernos ese derecho y obligación de votar, y cada u no lo hará  convencido y no obligado de emitir ese voto, porque además, es la herramienta más importante que permite desarrollar y fortalecer nuestra democracia, Algo que no deberemos de perder.

Por tanto, por salga votar  y no espere que los demás decidan por usted. Porque la democracia es mantener esa libertad de elegir