En el marco de la crisis que se vive en el país, es necesario generar conciencia sobre la calidad del agua, su tratamiento y el acceso a ese recurso, así como la necesidad de tener información sobre riesgos en esa materia, y las repercusiones de la problemática en la salud pública, se planteó en la Cámara de Diputados.
En un foro temático, la diputada federal de Morena, María Eugenia Hernández, subrayó que el tema del agua es vital, tanto como el conocimiento sobre el manejo del recurso, su calidad y los riesgos que implica para la población, cuando esa condición no se cumple.
Hernández Pérez agregó que en México la calidad del agua es un problema que se agrava, cuando la población ni siquiera tiene acceso al recurso.
“Tenemos el enorme problema no nada más de la calidad del agua, sino que muchas veces ya ni calidad de agua porque ni hay agua. En esta temporada se ha puesto muy de moda el tema del agua, pero cuántos y cuántas saben realmente cómo está la problemática de la calidad del agua, les puedo asegurar que somos muy pocos”, anotó la legisladora.
Subrayó la relevancia de exponer los desafíos y oportunidades ante la falta de apertura de la información en materia hídrica y que los datos al respecto lleguen a los ciudadanos.
Como ejemplo de los impactos negativos de la calidad del agua en la población, refirió lo que ocurre en el municipio de Ecatepec, en el Estado de México, donde la red hidráulica está mal planeada, las tuberías del drenaje están rotas, el material fecal y de desechos que corren por estas se mezclan con los tubos del agua potable y esto provoca enfermedades en la población.
Impacto de la mala calidad del agua
En su participación, el diputado presidente de la Comisión de Ciencia en el recinto, Gabriel Escobedo Muñoz, señaló que el deterioro de la calidad del agua en el país es muy preocupante.
Esto, aunado a que la disposición del recurso y en buenas condiciones se ve severamente afectada por el crecimiento de los núcleos de población y de urbanización.
Añadió que instancias internacionales, como la ONU, ha alertado sobre el alto costo de la mala calidad del agua, ya que impacta rubros que van de la salud, a los ecosistemas y la economía.
Se manifestó a favor de que se legisle en la materia, con el fin de abordar la problemática, desarrollar mejores estrategias de acceso a agua de calidad, mecanismos de tratamiento y aprovechamiento, sistemas de monitoreo y vigilancia del uso del agua, que sean eficientes.
Asimismo, pidió que en ese proceso se involucre a los ciudadanos y a los expertos.
Remarcó que de nada sirve la calidad del agua, si no hay agua.
Difícil, impulso a reformas en materia hídrica
A su vez, la diputada Adriana Bustamante, hizo una relatoría sobre las dificultades para impulsar reformas en el Legislativo, en materia hídrica.
Advirtió que la crisis de sequía y falta del recurso apenas inicia y los problemas que se están viviendo en entidades como Nuevo León, la Ciudad de México, Veracruz y su natal Chiapas, son el principio de lo que se vivirá en el resto del territorio nacional.
Subrayó que por décadas y a gobiernos de todos los signos políticos, no les interesó tratar los temas de medio ambiente y en especial de agua.
Recordó que Chiapas es el estado de la República donde menor acceso al agua hay para la población y la problemática ha sido minimizada y desatendida de manera permanente.
Lamentó que los procesos legislativos para avalar reformas en la materia y corregir errores en materia de planeación y políticas públicas sean “densos”.
Recordó que impulsó distintas iniciativas de reforma para solucionar problemas en la materia y reconocer el derecho al medio ambiente limpio y sustentable como ejes de la política pública y en materia de planeación, pero el proyecto en particular no llegó al Pleno.
También se quedó en la aduana del Senado de la República, una reforma en materia de protección de humedales.
A la problemática, dijo, se suma la falta de recursos públicos, ya que los municipios difícilmente recaudan por el consumo de agua y por el predial, de modo que no generan partidas propias y dependen enteramente de lo que les otorga la Federación y se les distribuye a través de los gobiernos estatales.
Advirtió que si bien, en el Legislativo y a nivel gubernamental poco caso se le hace a las propuestas en el rubro de medio ambiente y agua, la naturaleza ya está hablando y se está manifestando fuertemente, por lo que los legisladores y gobiernos se verán obligados a tomar decisiones.