Por Víctor Barrera
El próximo domingo se realizará la consulta sobre Revocación de Mandato bajo el marco de una lucha de declaraciones entre Andrés Manuel López Obrador y dos de los consejeros electorales, Lorenzo Córdova y Ciro Murayama.
Esta lucha viene de años atrás donde el tabasqueño ha descalificado cada una de las actuaciones del INE, con la intención de volver a este instituto bajo la sombra del poder Ejecutivo, específicamente en la Secretaría de Gobernación.
Así, en medio de críticas en ocasiones excesivas, López Obrador y su movimiento político han descalificado, cada vez que pueden, el accionar del INE y en los últimos meses han desobedecido abiertamente las leyes y normas que Morena y los otros partidos políticos aprobaron para evitar que exista ventaja alguna en los comicios electorales para uno de los candidatos.
De parte de Morena se ha argumentado la libertad de expresión y el derecho que tenemos todos los mexicanos para pronunciarnos a favor de un acto político, aderezando esto con declaraciones de un INE corrupto e ineficaz por ello ha dejado de tener vigencia en estos tiempos de cambio.
Sin embargo, pocos se han dado cuenta que el recorte presupuestal para llevar a cabo la consulta popular, tiene detrás un fin político, sea cual sea el resultado que este sea, es seguir criticando al INE como un organismo ineficaz y de alto costo para la población.
Se trata de desacreditar al instituto sin importar si en el camino hay violaciones a la ley, como lo que vimos el fin de semana en que se llegó a utilizar un avión para trasladar a proselitistas de la revocación, algo que López Obrador pretende esconder.
Algunos funcionarios son ya verdaderos provocadores pasando por alto la ley. El secretario de Gobernación, Adán Augusto López, quien debiera ablandar los ánimos más que alentarlos, ha arremetido contra el INE con acciones y declaraciones, al igual que Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la CDMX.
Debemos recordar que López Obrador ya prepara su iniciativa para reformar al INE, y esta será presentada el 11 de abril, un día después de la consulta popular.
El futuro del INE, como un organismo ciudadano y autónomo, puede estarse jugando a lo largo de esta semana y las posteriores. Se ve difícil que el instituto termine bien ante López Obrador y sus seguidores, porque no existe el mino espacio de sensatez para realizar un análisis serio, sin que existan estigmas de un INE fifí, que trabaja para los neoliberales y otras ocurrencias de parte del tabasqueño y sus huestes, porque, repito, el objetivo es secuestrar al INE y moldearlo a favor de su proyecto.