Por Víctor Barrera
En 12 días, en México se celebraran los comicios más grandes en la historia del país, porque estarán en juego más de 20 mil puestos públicos, que significaran la posibilidad de dar otro rostro político al país o no.
Pero más allá de ello, los ciudadanos tendremos la oportunidad de utilizar la herramienta democrática más importante, el voto, que permitirá que sea la propia ciudadanía quien escoja el rumbo que tomará el país para los próximos seis años.
Las elecciones también toman relevancia porque permite la ciudadanía quitar a aquellos funcionarios públicos, que desde su punto de vista no cubren las expectativas para el mismo. Esto es lo que se llama el voto útil.
Para los comicios, los ciudadanos debemos estar plenamente convencidos que a quienes elijamos en cada uno de los puestos públicos deberían cumplir con los las características y aptitudes suficientes para responder a dicho puesto.
El objetivo principal de todos los mexicanos es tener servidores públicos que trabaje para la población y no para sus intereses personales, que encaminen al país para alcanzar una mejor calidad de vida a través de la creación de riqueza. Esta a su vez permitirá la generación de empleos mejor pagados, reactivar el consumo y con ello la recaudación fiscal, que serán los recursos a utilizar por el estado para mejorar los servicios que este ofrece a la ciudadanía, como son un sistema de salud y educación adecuada, energía eléctrica y agua suficiente para detonar el desarrollo de todas las zonas del país.
Con los recursos generados, con la riqueza, se podría pagar los nuevos programas sociales, pensiones, contratar más policías capacitados, construir infraestructura y muchas cosas más.
Pero el crecimiento permanente de las economías solo se logra con una administración honesta, transparente, sobre todo con la vinculación de inversión pública y privada.
Por ello los ciudadanos deberemos escoger a aquellos candidatos o candidatas, desde la presidencia hasta los conejéales que verdaderamente propongan el crecimiento económico del país.
Donde el presidente no tengas concentrado todo el poder, sino que permita que sus colaboradores, gobernadores y alcaldes puedan trabajar independientemente sin que solamente sean “floreros” en los puestos.
Que exista una verdadera división de poderes que puedan trabajar con independencia para crear leyes y proponer mecanismos que permita al Ejecutivo implementar políticas publicas para el crecimiento y desarrollo del país.
Por tanto, los cuidadnos debemos analizar a cada candidato y elegir a quienes podrían lograr ese crecimiento económico en los siguientes años, y que la honestidad y probidad sea real en los funcionarios públicos, solo así los mexicanos podremos obtener el mayor beneficio.
Por tanto hagamos realidad el voto útil, que sea mas allá de las filias o fobias políticas, sino a favor de todos.