Mishal al Ahmad al Sabah, emir de Kuwait, anunció este viernes la disolución del Parlamento de su país, el único democráticamente elegido en una monarquía árabe del Golfo Pérsico. Además, suspendió «algunas cláusulas de la Constitución» para «salvar los intereses superiores del país».
En un discurso televisado, el octogenario emir dijo que emitió un decreto con «esta decisión difícil» vigente durante «un periodo no superior a cuatro años», durante los que el propio jefe de Estado y el primer ministro «asumirán las competencias delegadas en la Asamblea Nacional» o Parlamento.
Atribuyó su decisión a la «intromisión» de «algunos» diputados en los poderes del jefe de Gobierno «e incluso del emir», en el contexto de la constante confrontación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo del rico país del golfo.
«Algunos (diputados) llegan incluso a interferir en los poderes del emir y en su elección de su príncipe heredero, olvidando que se trata de un derecho constitucional explícito» del jefe de Estado, dijo.
También denunció la «intromisión» de «algunos» en la elección de ministros para la formación de un Gobierno del país «olvidando, por ignorancia o deliberadamente, que elegir al primer ministro y a los ministros es un derecho constitucional del jefe de Estado» en el que «nadie puede interferir».
Nombramiento de primer ministro
La decisión se produce después de que el 15 de abril el emir nombró a un miembro de la familia gobernante, el jeque Ahmad al Sabah, como primer ministro, y le encargó de formar un nuevo Ejecutivo, el segundo gabinete desde que el propio monarca asumiera el poder en diciembre.
El anterior Gobierno, que duró pocos meses, dimitió tras las elecciones parlamentarias celebrada el 4 de abril.
Mishal al Sabah también decidió el 21 de abril transmitir sus poderes «durante su ausencia» al entonces recién nombrado primer ministro, medida que -dijo- seguirá vigente hasta que el emir, que asumió el poder el 20 de diciembre, tras la muerte de su hermanastro, Nawaf al Ahmed, nombre a un príncipe heredero.