Por Víctor Barrera

Solo faltan 35 días para que los mexicanos acudamos a las urnas a elegir a quienes  decidieran el rumbo que el país deberá tomar en los próximos años. Una cita que como ciudadanos tenemos el derecho y la obligación de acudir, para hacer que la democracia siga creciendo en México.

Es cierto  que las casas encuestadoras, han manifestado ya un resultado posible de los comicios, sin embargo debemos recordar que los resultados de estas encuestas son  solo la muestra de un pequeño grupo de personas,  quienes emitieron su opinión, y no corresponde a la totalidad del padrón electoral federal del país. Por tanto, el resultado final solo será el que salga de la voluntad de todos los mexicanos.

Como ciudadanos deberemos pensar no tan solo en el país, sino en lo más cercano que tenemos que es nuestro núcleo familiar, las necesidades que tenemos y por ello deberemos  formularnos las preguntas sobre  quien  ofrece  verdaderas soluciones a  nuestros problemas cotidianos

Después de varios días de campañas oficiales, y meses  de no ofíciales, por lo menos debemos tener una percepción de lo que nos depara el futuro cercano de quedar cualquiera de las candidatas o el candidato que gane las elecciones.

Pero también hay que entender que no debemos otorgar todo el poder  a un solo grupo o coalición, porque de hacerlo dejaremos que ese puñado de personas decidan, basado en sus ideologías políticas, nuestro futuro, como ha sucedido en estos últimos años, donde las decisiones del poder legislativo fueron más por quedar bien con el “jefe” que  con la intención de  impulsar la mejor calidad de vida de los mexicanos.

La inseguridad,  la corrupción; la falta de un desarrollo económico y el pésimo estado del sistema de salud pública, son problemas que persisten y afectan nuestro núcleo familiar y por ello nuestra decisión del voto  deberá ser  parte importante para cambiar todo esto.

A 35 días para emitir nuestro voto y con ello elegir el rumbo que tomará el país, en por lo menos los próximos seis años. Insisto, votemos con la razón y no con pasión. Los ciudadanos aun tenemos esa libertad de elegir, no la echemos al basurero y retrocedamos  un siglo, donde la minoría decidía  sobre la mayoría.