Por Víctor Barrera
La inseguridad, uno de los problemas más añejos que vivimos, podría ser un factor determinante en los resultados de los comicios del 2024, y esto porque dependiendo de la seguridad que tenga el ciudadano para salir a votar, será el porcentaje de votación que se logre en las elecciones más importantes del país.
De acuerdo a los datos mas recientes entregados por el INEGI, la percepción de inseguridad en México mejoró al concluir el 2023, con solo el 59.1% de la población que consideró que es inseguro vivir en su comunidad.
Esta cifra, aun cuando es demasiado alta, es una buena noticia para el macuspano, porque en años anteriores este porcentaje estaba alrededor del 80 por ciento, además podrán ser cifras ha utilizar en sus conferencias matutinas para decir que ha cumplido, a medias, con un problema.
Sin embargo, el inquilino de Palacio Nacional, sabe bien que una disminución del 20 por ciento en la percepción es buena, pero la realidad demuestra todo lo contrario y levantar una bandera de triunfo en un pasi lleno de sangre es totalmente contraproducente.
Es quizás que por ello, la candidata de López Obrador – recordemos bien que él la impuso y el servil Mario Delgado solo obedeció ordenes-, poco toca el tema hasta porque sabe que en la Ciudad de México, que gobernó, la inseguridad sigue en niveles altos.
Lo afortunado para López Obrador y sus huestes, es que estos altos índices de inseguridad, 60 por ciento resultan alto, parecería no tener costos políticos para los gobernantes y sus partidos y por supuesto para AMLO., quizás porque, lamentablemente, ya resulta cotidiano vivir con esta inseguridad.
Sin embargo, la violencia marcará a este sexenio como el más violento en la historia moderna del país, y aunque López Obrador intenta desparecer a los desparecidos, o hacer ver que el cobro de piso y la extorsión corresponden más a una mala administración estatal, los números que se presentan siguen siendo altos.
Para Claudia Sheinbaum, esto representa un reto, porque aun cuando ha intentado hablar sobre el tema, sin criticar la estrategia del tabasqueño, a la pregunta de si detendrá y reducirá la tasa de violencia, homicidios y desapariciones en el país. Es casi imposible no caer en la respuesta de que es un problema que viene de las administraciones anteriores, porque esta de AMLO, pronto será una anterior y la más cercana, para hacer referencia.
López Obrador y Claudia están confiados que su “clientela electoral”, basada en las personas que reciben los apoyos sociales, tendrán la obligación de votar por Sheinbaum o perderán esos programas sociales, los cuales representan una cantidad de alrededor de 7 millones de personas, mas casi los 2 y medio millones del padrón de militantes de Morena, sumados a los del PVEM y PT, hacen pensar que la enorme ventaja sobre Xóchitl Gálvez se mantendrá hasta el 2 de junio y con ello saldrá vencedora Claudia y López Obrador, dueño de Morena.
Confían que la corrupción de los años anteriores cubre la corrupción de la actual administración, que los negocios realizados entre los priistas, panistas y perredistas, serán de mayor atención que los realizados por los hijos de López Obrador, Esperan que la gente se sienta satisfecha recibiendo apoyos económicos que no rebasan los 7 mil pesos, y no analicen que los hijos de López Obrador hacen negocios de miles de millones de pesos, porque piensan que la gente los perdonará por ser hijos del presidente.
La violencia, la inseguridad y la corrupción, deberán ser tocados de frente por Claudia Sheinbaum y de no hacerlo solo serán los forjadores de la caída de su carrera política, porque siempre ha estado a la sobra de López Obrador.