Por Víctor Barrera

El próximo domingo 16 termina el tiempo de las precampañas y hay un espacio hasta marzo 1 de  silencio, no significa que  las candidatas no puedan tener reuniones, sino simplemente no podrán tener espacios  de propaganda en los tiempos oficiales de radio y televisión.

Pero ese tiempo será un espacio también para que los ciudadanos empiecen a  pensar cual camino escoger para  los próximos seis  años en México.

Hasta el momento son dos, la continuidad, representada por Claudia Sheinbaum y el cambio representado por Xóchitl Gálvez,  el tercero que representará Jorge Álvarez Máynez, simplemente será similar al de Claudia, respecto a las declaraciones de este partido respecto a PRI, PAN y PRD, por lo tanto solo hay dos opciones.

Aunque la decisión del voto es personal,  no esta por demás apuntar que esta deberá ser analizada no solo con relación al carisma o puntadas que puedan existir en las campañas, si no valorar quien tendrá la capacidad real de ofrecer un camino de estabilidad, no solo económica, sino social democrática  y sobre todo de  desarrollo del país.

Porque,  es precisamente esto lo que nos llevará  tener un gobierno que tome buenas decisiones, que no sea por impulsos de popularidad o berrinches,  que permita a México mantenerse insertado en el orden mundial no solo  con algunos países, sino que en verdad puedan  utilizarse la gran cantidad de acuerdos, tratados y alianzas comerciales que tiene el país con otras naciones o zonas económicas.

México requiere de un buen gobierno que de resultados buenos, para evitar  que las facturas sigan siendo pagadas  con mayor pobreza  o inseguridad.

México tiene un acuerdo comercial con los países del norte y esto podría conformar  una zona económica poderosa, donde nuestro país, no solo sea quien aporte mano de obra barata, sino un socio  comercial que podría sacar muchas mas ventajas, no solo por sus riquezas naturales, sino por la preparación de sus pobladores para competir en el ámbito laboral  con las otros dos naciones.

Esto daría como resultado un mejoramiento en  sistemas como el educativo, que permitiría  atraer más inversiones y crear una  infraestructura, cuidando el medio ambiente, favorable para el desarrollo total de todas las regiones del país.

México esta listo para el cambio, así lo hemos echó durante este primer cuarto de siglo con cambios constantes de régimen. Entonces no deberemos  tener miedo al cambio,  sino aportar el cambio en beneficio de todos, para establecer políticas publicas bien planeadas a favor de todos los mexicanos que erradiquen la inseguridad, la corrupción y sobre todo que mejore  los servicios que ofrece el Estado a sus pobladores.

No nos dejemos engañar por aquellas personas que ocupan la frase “pueblo” solo como una herramienta para ganar  votos y que al final, como lo ha sido en este sexenio, los únicos beneficiados son sus familiares, en este caso sus  hijos, y  algunos políticos  cercanos a quien  detenta el poder.

Dejemos atrás al sexenio de la imposición  y el autoritarismo.  Demos la oportunidad nuevamente al cambio pero exigiendo  realmente una honestidad total y que de no cumplir  dimitan de sus puestos para dejar paso a quienes en verdad puedan realizarlo, pero esto debe construirse ya y no perder esta oportunidad  o de lo contrario, seguiremos como los cangrejos.