Por Víctor Barrera
Los mexicanos deberemos estar tranquilos este fin de año, porque las sorpresas vendrán en el próximo y estas no podrían ser tan buenas, primero porque en este fin de año, los números macroeconómicos arrojan resultados totalmente favorables, aunque en realidad no son sostenibles.
Se habla de un crecimiento económico anual por encima del 4 por ciento, lo que es excelente, se observa que el dólar nuevamente se ubica por debajo de los 17 pesos y se festeja que la creación de empleos ha superado los 22 millones, por lo que la mayoría de los mexicanos en edad de trabajar tienen un empleo.
Esto es un gran motivo para festejar las fiestas de diciembre y esperar que el inicio de año, nos ubique en nuestra realidad.
Porque los números respecto a la inflación no son halagadores, este indicador se ubico hasta la primera quincena de diciembre en 4.46 por ciento, cifra que estuvo muy por encima de lo pronosticado.
Esta cifra, la de inflación, se convierte entonces en la piedra angular del ritmo que tendrá la economía familiar, la que en verdad conocen y viven día a día todos los mexicanos.
Porque el incremento simplemente va a presionar el alza de precios, en primer lugar de los servicios y tarifas que ofrece el Estado, los cuales tendrán que presentar, al menos, el mismo nivel que la inflación anual.
Esto significa que los impuestos y los servicios a pagar durante el próximo año aumentarán en ese nivel, pero además, estos incrementos también se presentaran, respecto al precio de los productos de la canasta alimentaría.
Estos incrementos, nuevamente serán factor para diluir el incremento reciente que se dio en el salario mínimo, por lo que las circunstancias reales de las familias mexicanas serán similares a la de los últimos cuatro años, una perdida del poder adquisitivo de su salario.
A lo largo de este año se habló que para el 2025, podría alcanzarse el nivel de inflación del 3 por ciento, meta propuesta por el Banco de México, sin embargo, ante las presiones que se verán al inicio del 2024, esta meta tendrá que esperar algunos meses más.
Esto derivado a que gran parte del 2024, seguirá este régimen, por tanto no podemos descartar que aun tenga alguna otra ocurrencia que presione aun más el presupuesto o ponga en alerta a los inversionistas que empiezan a mirar a México como una nación que esta llegando al final del túnel de un sexenio totalmente negativo.