Por Víctor Barrera

Las candidatas empiezan a mostrar  quienes integrar sus equipos de pre y campaña , para alcanzar el objetivo principal, ganar los comicios del 2024, Sin embargo, ambas candidatas, no ofrecen caras nuevas que puedan alentar al electorado a salir a sufragar el próximo mes de junio.

Sus equipos simplemente  son los mismos de siempre,  los que han aprendido a vivir de la política y que poco caso hacen a las necesidades de México y por supuesto de la población.

Por lo tanto,  es muy probable que sus programas de trabajo  no varíen  mucho con lo que hasta ahora han mostrado.

Claudia Sheinbaum,  se quedo en el discurso de la continuidad y  en su equipo incluye a los aspirantes que perdieron frente a ella la candidatura, lo que demuestra que habrá pocas ideas innovadoras para  darle un cambio a este régimen y los mexicanos deberemos acostumbrarnos a  simplemente vivir otros 6 años en incertidumbre sobre las decisiones  que tome la titular del Ejecutivo, en caso de ser sheinbaum la vencedora.

Sheinbaum mantiene a esos viejos políticos que están mas  preocupados por mantenerse en le poder y con ello colocar a personas cercanas a ellos en lugares estratégicos para ganar terreno político.

Además su equipo son  realmente equipo de López Obrador y hasta quine presuntamente responde a los intereses de Ebrard, esta mas  obligado con el tabasqueño.

Así  el equipo del oficialismo lo compone; Mario Delgado, que ha mostrado  sumisión como dirigente nacional, si no también su paso como coordinador  parlamentario en  la cámara de diputados.

Adán Augusto López, fiel trabajador del otro López. Ricardo Monreal, quien mira primero por sus intereses y se alía con quien le permite llegar a ellos.

Gerardo Fernández Noroña, otro que mira más por sus propios intereses que por lo que siempre proclama, el pueblo de México.

Tatiana Clouthier, quien encabezo el equipo de AMLO y que ahora busca repetir, manteniendo  el banderín de ser el mejor eslabón entre la política, el sector empresarial y la clase media.

Jesús  Valdés quien  representara los intereses de Marcelo; Citlali Hernández,  quine mantendrá raya a los duros de Morena para que no se salgan del carril de la 4T.

Renata Turrent y Regina Orozco, que mantendrán a ese grupo académico y cultural que aplauden con rabia cualquier decsison del tabasqueño, como para subrayarle a Sheinbaum que quien manda es “el jefe” y no ella.

En el otro lado, Xóchitl Gálvez, sigue perdiendo la oportunidad de mantener el nivel de popularidad que alcanzó al mostrarse como la aspirante disruptiva, echada para adelante, que exigía sus derechos y que mostraba ese cambio que se requiere en  el país.

Se ha dejado opacar por los lideres de los partidos que la arropan y les ha dejado  la decisión de  repartirse todos los puestos públicos en juego, es decir, es muy probable que veremos a  las dirigencias de estos partidos ocupando curules en el Senado  y cámara de Diputados federal y locales, que la mayoría de los representantes, estarán conformados por  los  políticos de siempre, locales y nacionales, que hemos visto a lo largo de 30 o 35 años.

Hasta el momento nada nuevo, sino simplemente la recuperación de nombres y personajes que en el panismo decidían en los gobierno del 200o y 2006, es decir, no incluye nuevas caras, y deja de lado con ello el apoyo de la sociedad  que en la marcha rosa y en su evento del Ángel de la Independencia la acompañaron,  El “respeto” a los lideres de los partidos PRI, PAN y PRD, opacan desde ahora sus decisiones  y marcan simplemente que ella podrá ser la presidenta, pero quienes tendrán el verdadero poder serán esos lideres políticos y sus amigos.

Lamentablemente los mexicanos deberemos escoger el equipo menos malo, porque no hay de otra.

Y liego se preguntan porque no sale toda la gente a sufragar, cuando en el fondo esto es lo que les conviene.