Por Victor Barrera
Pese a los diferentes regímenes de gobierno que hemos tenido en la época moderna del país, seguimos teniendo una cualidad para que los inversionistas sigan mirando al México como un lugar estratégico y de conveniencia para invertir.
En la semana el CEO, de JP Morgan Chase, manifestó que México es uno de los destinos más atractivos para la inversión en el mundo.
Viniendo de una agencia calificadora, este debe tomarse muy en cuenta y el gobierno federal, del régimen que sea, deberá aplicar políticas publicas que impulse la construcción de infraestructura para ofrecer los servicios sufrientes para la instalación de las plantas productivas de los diversos inversionistas.
Y ofrecer, como recientemente fue aprobado en la cántara de diputados una ley para el mercado de valores, que significa una apertura para que las medianas empresas puedan entrar a estos mercados con el objetivo de conseguir recursos de financiamiento para su crecimiento a cambio de la venta de bonos de deuda o acciones enlistados en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Si a esto lo sumamos a la relocalización o nearshoring que están haciendo muchas empresas para estar cerca de la economía numero del mundo, México debe detonar el crecimiento económico a favor de todos sus pobladores.
Debemos esperar que la próxima administración lea estas señales y no solo siga pensando que el crecimiento del país se puede dar a través de programas sociales o por la mano de obra barata, con la expulsión de mucha de esta gente que van principalmente, hacia Estados Unidos para poder enviar dinero, conocidos como remesas, para sus familiares que se quedan en México.
Es cierto que México en este año ha mostrado un crecimiento importante en el ramo de la construcción, sector que ofrece una buena cantidad de empleos, directos e indirectos, pero esto se debe principalmente a la inversión gubernamental, la cual proviene de los mismos recursos de los mexicanos y que lamentablemente ocupan más recursos que proviene de los recortares presupuestarles de otros sectores.
Por tanto es necesario que la próxima administración analice la oportunidad de la relocalización para abrir sectores como el energético para que la inversión sea privada o mixta, y que permita al gobierno invertir en los servicios necesarios para la población, salud, educación, agua y energía eléctrica para los hogares.
De acuerdo a las cifras más recientes, se señala que la Inversión Extranjera Directa, en los dos últimos años viene a la baja, algo que debe ocupar a las autoridades para revertir este sentido.
Probablemente la razón principal ha sido el constante cambio de la presente administración sobre la participación de la inversión privada, nacional e internacional, y esta a quedado en un estado de impasse, para esperar los resultados del 2024.
Aunque se ha manifestado que la candidata de Morena tiene muchas posibilidades de ganar, la oposición también empieza a tener un repunte, por lo que la forma en la cual concrete el resultando electoral será crucial, para el ánimo de los inversionistas sobre México.
Sin embargo, lo que si es un hecho es que la próxima administración enfrentará problemas fiscales y que sera necesario empezar a reorientar estos problemas para evitar un incremento en las tasas impositivas.
A esto deberá sumarse que las obras, inconclusas, de este gobierno, tendrán, por lo menos en el primer año, presupuestos etiquetados que reducirán el margen de maniobra al próximo gobierno.
Entonces es importante empezar desde ahora mirar el futuro del país, saber como atraer inversiones que participen el desarrollo de infraestructura y desarrollo económico del país.