Cada vez son más las mujeres que participan en la política, pero también incrementó la violencia política en razón de género, como respuesta a esta apertura, señaló la diputada priista Blanca Alcalá Ruiz.
En ese sentido, y en el contexto del inicio del proceso electoral de 2024, alertó que violencia política contra las mujeres «persiste, es vigente y va en aumento».
«Sí, somos más las mujeres que participamos, pero entre más es el número, mayor es la violencia política en razón de género, entre más altos son los cargos que se disputan, entonces encontramos mayores mecanismos que se utilizan para el descrédito hacia las mujeres», lamentó la legisladora del PRI.
Durante la presentación del libro: «Violencia política contra las mujeres por razón de género en la justicia electoral», que se realizó en el Palacio Legislativo de San Lázaro, la vicecoordinadora de la fracción priista señaló que la violencia política no respeta ni partido político, ni posición, incluso, dijo, que en las esferas de gobiernos locales «es todavía menos visible, pero no por ello menos persistente».
«Desafortunadamente la violencia política persiste, es vigente y está en incremento. Cada día más mujeres participamos, pero cada día la violencia política en razón de género es mucho mayor», sostuvo.
Expuso que la violencia política de género constituye uno los temas de gran relevancia que hoy representa enormes desafíos, ya que persiste la transgresión de «nuestros derechos políticos, mediante el uso abusivo de campañas discriminatorias, además de emplear estrategias agresivas engañosas y manipuladoras que además de degradar la política, debilitan la democracia y resultan particularmente hostiles para las mujeres».
Pero más grave aún, abundó, resulta que todas estas conductas acaban siendo parte de una supuesta normalidad en los procesos electorales como si fuera parte de la normalidad denostar y calumniar a las personas que contienden por algún cargo público.
La legisladora poblana reconoció que toda lucha por el ejercicio del poder público implica una confrontación política, pero esta debe ser responsable y no enconada.
«La confrontación basada en la denostación del oponente marca negativamente los procesos electorales, vulneran la democracia y trastocan en muchas ocasiones el reconocimiento pleno de las mujeres como personas con determinación y autonomía para participar y enriquecer el interés colectivo», expresó.
Aseveró que no se puede bajar la guardia, y se necesita de la alianza con las autoridades electorales y un cambio en la pedagogía del ejercicio del poder.
Demandó que se tiene que erradicar la cultura machista para que efectivamente exista una nueva manera de cómo ven a las mujeres en el ejercicio de la política.
«Las mujeres llegamos para quedarnos y de cara al 2024 tendremos la posibilidad de que México tenga por primera vez a la primera presidenta de la República, pero también tendremos que hacer posible y visible que las mujeres en México saben gobernar», afirmó.